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El Telégrafo
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Ahora el desayuno se sirve en la cena

Estas tendencias gastronómicas provienen del mundo anglosajón.
Estas tendencias gastronómicas provienen del mundo anglosajón.
02 de agosto de 2015 - 00:00

Una de las comidas menos serias del día es el brunch que fusiona el desayuno con el almuerzo. Según los entendidos, es una comida concebida para servirse antes de la hora normal del almuerzo o como un desayuno tardío, en especial, el domingo cuando muchas personas acostumbran levantarse más tarde. Hay quienes creen que fue pensada para mitigar los efectos del chuchaqui del sábado.

El brunch es una comida variada que tiene lugar entre las 11:00 y las 15:00 horas. El concepto de brunch fue introducido por los británicos en Estados Unidos. Este nombre se publicó en 1896 en una revista de esta época, llamada Punch, en la que se explicaba que los sirvientes de las casas de la alta sociedad británica tenían fiesta el domingo, por lo que se preparaban una comilona que mezclaba productos del desayuno con otros de la comida.

La revista satirizó este término para describir las costumbres gastronómicas británicas de la época. Hoy, el brunch se ha extendido a varios países del mundo, entre ellos, Ecuador.

Fernando Valdes, maestro de cocina, explica que esta comida ha tenido acogida entre aquellas personas que tienen poco tiempo para servirse un almuerzo contundente al mediodía. “No es una comida contundente que nos permita continuar con energías durante las próximas 4 o 5 horas de trabajo, pero es por la falta de tiempo que recurrimos al brunch, que se ha convertido en una moda”.

Valdes considera que mucha gente está acostumbrada a tomar como modelo la alimentación americana que, a su vez, tiene una marcada influencia de los ingleses. “Son costumbres anglosajonas que cobran auge. Los ingleses se caracterizan por tener un desayuno muy contundente y al mediodía una comida muy ligera”, explica.

Este especialista añade que la principal característica del brunch es que es más fuerte que un desayuno y más ligero que una comida.

En Ecuador, esta comida también se ha adaptado a los gustos nacionales. Para muchos, no se ha convertido en un sustituto del desayuno, sino en una opción a la comida dominical. Quizás por ello, en muchos restaurantes su horario de inicio se retrasa hasta las 12 del mediodía.

El brinner, ¿otra moda?

Aunque el brunch todavía tiene muchos seguidores, hay quienes consideran que pronto será desplazado por el brinner que en inglés significa breakfast for dinner (desayuno en la cena).

Hay muchos nutricionistas que no están de acuerdo con esta propuesta, sobre todo, porque si el desayuno es la comida más importante del día, porque aporta la energía necesaria para empezar la jornada, no parece saludable consumir toda esa energía cuando estamos próximos a la hora de dormir.

Quienes defienden esta nueva moda gastronómica aseguran que el brinner es concebido como una opción rápida y económica para la cena. Aún no existe consenso en el origen del brinner, pero muchos lo relacionan con Nueva York y el gusto de sus habitantes por comer cereal con leche en la noche.

Si el yogur, los huevos, las salchichas, los cereales y tostadas con mermelada o queso crema forman parte de tu menú, es muy probable que las personas la elijan tanto a la hora de desayunar como de cenar.

La nutrióloga ecuatoriana Sara Rivera indica que estas modas gastronómicas pueden ser recomendables, siempre y cuando sepamos cómo consumirlas. Todo dependerá —dice— del requerimiento energético de cada persona.

“Es necesario enseñar a las personas a equilibrar el brunch. Si tenemos la intención de comer un brunch, lo mejor es optar ese día por un desayuno más ligero, porque sino recargaremos el estómago”.

Cuando se refiere al brinner, explica que deberíamos hacer lo mismo, es decir, preparar un almuerzo más liviano para que en la noche podamos incluir los alimentos que, con frecuencia, consumimos durante el desayuno.

Rivera insiste en que el organismo necesita más alimento en la mañana, por el tema de la insulina, porque tiene mayor actividad durante el transcurso del día.

No ocurre lo mismo en la noche, cuando el organismo no requiere alimentos calóricos, así que cualquier producto alto en carbohidratos no será metabolizado de la mejor manera. “Es recomendable consumir el brinner de 16:00 a 18:00”. Esta nueva moda tiene posibilidades infinitas, pues puedes comer pancakes, tortitas, waffles, huevos, pan, cereales, tocino, frutas, tostadas y muffins. La clave, señala Rivera es no exagerar.

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