Los centros de revisión y matriculación de Quito y Guayaquil lucieron llenos ayer con personas que acudieron a efectuar el trámite para sus automotores a último momento.

En la capital, los ciudadanos acudieron al sector de Ipiales y otros puntos para las compras de año nuevo. En Tungurahua y Azuay hubo turismo interno.

Las calles del puerto principal se convierten en galerías urbanas, donde se cotizan monigotes desde $ 8. Los artesanos locales ahora tienen como clientes a compradores de la región Sierra.

Si no existiesen custodios en el Colegio Réplica Juan Pío Montúfar, la situación que viven autoridades, profesores y alumnos sería diferente a la que existe en la actualidad.

Los vendedores se quejan de que pagan por la ocupación del espacio público, a pesar de que el alcalde Mauricio Rodas anunció en julio que el uso temporal del territorio sería gratuito.