Llegó como todo un ídolo ante una marea amarilla de aficionados ecuatorianos que le esperaban en el Power8Stadium de Cornellà y El Prat, dos ciudades de la provincia de Barcelona que comparten uno de los estadios más bonitos y modernos de la liga española.

Felipe Caicedo aterrizó en Cataluña el 22 de julio para ser presentado como jugador del RCD Espanyol, el segundo equipo más importante de la región justo por detrás del FC Barcelona, y pocos días más tarde ya debutaría con la camiseta ‘blanquiazul’ en un torneo amistoso ante el Tenerife, donde contradictoriamente iniciaría con buen y mal pie su andadura en el equipo.

El ecuatoriano marcó su primer gol ese día, 9 de agosto, pero el buen sabor de boca se fue diluyendo por unas molestias en la planta del pie que le obligaron a ser sustituido. Lo que parecía una simple molestia, sin embargo, acabó siendo una lesión que todavía perdura. La fascia plantar de Caicedo se vio afectada y el delantero se perdió el resto de la pretemporada, incluida la presentación del equipo en el estadio.

La recuperación parecía haber terminado y ‘Felipao’ fue titular en la primera jornada de liga, en Almería, unos minutos que le costaron muy caros. Caicedo vio aumentadas sus molestias y, tras ser sustituido en el descanso, se pasó varios días trabajando al margen del grupo, con el dolor persistiendo, hasta que pudo participar tres semanas más tarde disputando 25 minutos en Valencia. A partir de ahí, Caicedo empezó su progresión.

La semana siguiente, titular ante el Málaga en el Power8Stadium, marcó su primer gol oficial y demostró estar en el buen camino, tanto en la recuperación física, como en la adaptación al equipo y a sus compañeros. Pero no todo fueron buenas noticias a partir de ese momento. El gran partido ante el Málaga no sirvió prácticamente de nada y cinco días después, en el encuentro ante el Getafe, completó una mala actuación personal y se marchó silbado por los aficionados, que no le perdonaron su actitud en el terreno de juego.

Tampoco gustó la actuación a su entrenador y antiguo compañero en el Levante, Sergio González, que le dejó sin disputar un solo minuto ante el Córdoba. Sin embargo, Caicedo persistió y con esfuerzo y buena predisposición en los entrenamientos volvió a ser titular en el último encuentro, en la victoria ante la Real Sociedad. Ahí ‘Felipao’ sí estuvo bien. Se le vio adaptado, físicamente mejorado, con muchas ganas de participar en el juego, bajando a recibir balones en el centro del campo, desmarcándose en busca del gol y asociándose bien con Sergio García para crear peligro. La afición del Espanyol, a menudo demasiado impaciente, le reconoció la mejora.

Los primeros tres meses de Felipe Caicedo como jugador del Espanyol se han parecido mucho más a una montaña rusa que a un lago plano; con subidas y bajadas, muy espeso y con demasiadas incertidumbres. Ahora ‘Felipao’ espera poder estabilizar su situación, recuperarse definitivamente de sus problemas en la fascia plantar y seguir ofreciendo imágenes como las del partido ante el Málaga o la Real Sociedad, donde se vio al Caicedo que todos desean ver y disfrutar.

Con unas actuaciones de ese nivel y una continuidad que le permita mantener la forma, el delantero sabe que volverá a ser convocado por Sixto Vizuete.

Caicedo depende de él mismo, y su actitud marcará su futuro próximo, tanto en el Espanyol como en la selección de Ecuador. De momento, la evolución es evidente. Y que así continúe.