La depresión apareció en el Golfo de México cuando el huracán avanzaba hacia Florida tras devastar las islas Bahamas.

La apertura del mercado financiero se realizó con incertidumbre. Las limitaciones a la compra de la divisa generaron extensas filas en los bancos.

Los manifestantes volvieron a enfrentarse a policías por décimo tercer fin de semana. El servicio de las líneas del metro fue suspendido tras altercados en la estación.

Expertos predicen que la tormenta alcanzará categoría 4, potencialmente devastadora, cuando entre a Florida. Los residentes se abastecen de víveres y combustible.

Activistas de América y Europa realizaron llamamientos a los líderes mundiales por una acción global para salvar esa zona selvática que se consume por incendios. Líderes mundiales ofrecieron su ayuda a Brasil.