¿Qué  motiva a los alcaldes amazónicos a respaldar al Gobierno en la decisión de extraer el petróleo del Yasuní?
Al tener el 40% del Yasuní  en nuestra provincia (Pastaza), me uno a la lucha de los alcaldes. Tenemos el  derecho a opinar como Gobiernos Autónomos Descentralizados. Con los alcaldes nos unimos como una sola familia.

¿Por qué el pueblo amazónico quiso reunirse con el Presidente?  
Porque él es el único que nos puede garantizar una explotación responsable. Queremos que no se afecten nuestros territorios como pasó hace 40 años con las compañías petroleras que operaron en el nororiente. Como Pastaza tenemos una muestra: la empresa Agip aplica lo que está planteando el señor Presidente: en el bloque 10 se hizo un espacio helitransportable e hicieron dos pozos. No tenemos derrames. Esto  permite hacer una explotación responsable.

¿Qué opina sobre  los ecologistas que insisten en oponerse a la explotación del ITT?
No tiene nada que ver lo que los ambientalistas y la gente que genera opinión nos vende con lo que ocurre, y no estoy defendiendo a la empresa Agip.

¿Qué es lo que no se dice?
Lo que no se dice es que la provincia de  Morona Santiago, que  tiene mayores ingresos por la extensión y número de población, se lleva el primer espacio en los aportes petroleros, sin  que salga  de allí  un solo barril de petróleo.

¿Se dice que serán afectados los pueblos no contactados?
Los pueblos no contactados están en nuestra provincia, por lo que los bloques Ishpingo, Tiputini y Tambococha no están en la zona de afectación. Por eso apoyamos la decisión y proponemos que delegados amazónicos vayan al área de explotación para   el control.  

¿Cómo se reparte el presupuesto para la Amazonía?
Actualmente el 58% de los ingresos de los Gobiernos Autónomos Descentralizados va para los 41 municipios amazónicos. El 28% se dirige a las seis prefecturas, el 9% para el Ecorae y el 5% para juntas parroquiales.

¿Cuál es el plan de inversión con el dinero que genere la explotación petrolera?
Estos ingresos se verán en dos años y medio aproximadamente. Se pretende acortar las brechas de pobreza que viven las provincias amazónicas.