A inicios de este año y sin imaginarse que una falla cardiaca acabaría con su vida, Roberto Vallarino Abitia planificaba un mega concierto para festejar el medio siglo de Los Corvets, la banda de casi toda su vida, esa que él mismo fundó junto con su hermano Alberto, quien falleció hace 40 años en un accidente automovilístico junto con Josefina, la madre de ambos y quien los había impulsado como músicos.

No obstante, el deceso de Roberto, el eterno bajista del grupo y quiropráctico de profesión, truncó aquel sueño. Murió la mañana del 18 de septiembre pasado.

Cuando Alberto y su madre Josefina, el grupo tuvo un receso que duró varios meses. Sin embargo, Roberto estimó aquella vez que el mejor tributo que podía rendirles a sus familiares fallecidos era continuar con la banda. Con su bajo colgando de su cuello, el músico que vivió 60 años tomó las riendas del grupo que con el paso de los años cambió de integrantes.

El cantante Amado Terán y el tecladista Luis Izurieta formaron parte de la agrupación durante los últimos 12 años. Y son quien ellos ahora toman la batuta.

Ambos tuvieron la iniciativa de organizar un concierto como homenaje póstumo a su amigo Roberto. A ellos se unen el guitarrista Carlos Vera, el percusionista Jorge Vega y el baterista Luis Gonzales. Esa será la alineación que tendrán Los Corvers para la noche mañana, desde las 20:00, en el parque de Urdesa.

Será un concierto gratuito para la familia, amigos y demás seguidores de Los Coverts, en el que se recordarán esas canciones ajenas de la década del 60 que hicieron suyas hasta entonces, entre ellas el ‘Extraño del pelo largo’, original del cordobés Roque Narvaja, o ‘La balsa’, de Los Gatos, considerados como los pioneros del rock argentino con Litto Nebbia.

Y tal como le gustaba a Roberto Vallarino, el espectáculo contará con músicos invitados. Entre ellos están el saxofonista Roberto Bolaños González, el flautista Carlos Prado -quien hace poco ofreció un show por sus 40 años de edad-, el guitarrista Tito Haensel, uno de los referentes del rock ecuatoriano en la década del 70; los percusionistas Alonso Flores -quien fue miembro habitual de Los Corvets-, el baterista Ernesto Lamilla, conocido por La Ola en la que incluso también ha sido su vocalista; y el guitarrista Ángel Duarte, el ‘Abogado’, quien es líder del grupo Eusebio Presidente.

Muchos de los músicos de la ‘vieja guardia’ aún recuerdan a Roberto Vallarino como un bajista sencillo, sin poses que constrastaba con su hermano Alberto, quien prefería saltar o lanzarse al piso.

Para Homero Gallardo, quien en la década del 60 era tecladista de Los Hippies -la entonces banda rival de Los Corvets-, “Roberto no era un virtuoso del bajo, pero era muy seguro para tocar y además demasiado disciplinado.  Rara vez se equivocaba”.

Miguel (o ‘Miguicho’), el hermano de Homero, recuerda que a Roberto no le atraía el hippismo porque más bien tenía una personalidad conservadora. Esa y muchas más historias se revivirán mañana en el homenaje póstumo a Roberto Vallarino, el eterno bajista de Los Corvets.