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'Salamanca', más que una estrella de abril

Este álbum de Sexores no incluye sintetizadores pero vuelve a tener atmósferas, y un guiño a Los Olimareños.
Este álbum de Sexores no incluye sintetizadores pero vuelve a tener atmósferas, y un guiño a Los Olimareños.
Foto: Cortesía
22 de mayo de 2020 - 00:00 - Luis Fernando Fonseca

“Siempre hemos sido criaturas de la noche”, dice Emilia Bahamonde, quien ha visto alterado su horario en México.

La artista ecuatoriana (2046) presentó en abril el quinto disco de Sexores, Salamanca, junto con David Yépez (606). Y es al filo de una medianoche, al sur de la ciudad de México, en Coyoacán que contestan la preguntas sobre esta obra conceptual y atmosférica.

Sobre sus bases en la mitología, una investigación musical que ha sido su base desde 2010, cuando arrancaron entre dream pop y lo experimental.

A Salamanca la sostienen moradas históricas de las brujas y la magia (roja, sobre todo). Esta última está traducida con sonidos, programación, sintetizadores análogos y paredes de guitarras en claves shoegaze, darkwave y pop gótico.

“Esta música está unida a una postura política”, dice 2046, mientras un gato se pasea por la casa mexicana de este par de migrantes ecuatorianos. La idea es no mantenerse en aislamiento, aunque la época obligue.

“A las brujas se las catalogaba así porque tenían un conocimiento nuevo, no siempre porque tuvieran un pacto con el diablo”, explica Emilia. Y todavía existe el temor a lo nuevo.

El disco fue creado con software libre. “A diferencia de East/West (2018), en que había sonidos influenciados por lugares, ciudades; Salamanca es más personal, con una técnica más punk, de menos recursos”, dice 606.

El montaje en escena de su antecesor (grabado en La Increíble sociedad, estudio de Daniel Pasquel) era complejo; mientras que Salamanca tiene la solidez de Bahamonde en voz, guitarra y programación; Yépez en batería y Piaka Roela en bajo. Ya no sintetizadores.

No dejan la oscuridad. Escuchar este álbum es hacer un recorrido por piezas indivisibles. Tan solo en apariencia, pues cada una está tejida alrededor de un mito.

SalamancaLa edición de 'Salamanca' será en vinilos negro y transparente por dos Lámpades. Foto: Cortesía

En la escritura de cada letra, Emilia y David se alternaron y aquí desentrañan sus imágenes:

“Aqueronte” - 2046: Es un portal, la apertura del disco que es también el río que te lleva al inframundo descrito por Dante, pero con raíces en la mitología griega.

“Volantia” - 606: Es un principio de la magia roja (la del erotismo y lo sexual), una técnica, la de los sigilos: portales que comunican con espíritus, ánimas infernales o deidades de los planetas.

“Decretism” - 2046: Es el segundo principio de la magia roja, para impartir órdenes que cumplan deseos. Pero contiene magia enoquiana (poesía sonora) luego de la letra. Se trata de un conjuro destinado a ángeles, a demonios o –en este caso– a Hécate, Diosa de La Luna.

“Hannya” - 606: Es el tema que dedico a mi gata, que tiene deseos de posesión, es pasional. Y lo pasional es un descalificativo del patriarcado –sonríe–: Hannya es una máscara en la cultura japonesa, representa a los demonios femeninos consumidos por los celos.

“Posism + Tiraclaurism” - 2046: Encierra a los dos últimos principios de la magia roja. Las posturas aquí representan estados mentales y también tienen poder de evocación, dirigida a espíritus, llamados a ausentes.

“Nos lo dijo la serpiente” - 606: Es el mito clásico y bíblico: la mujer se equivoca, sede a los placeres de la carne a través de la tentación de la serpiente hacia el fruto prohibido. ¿Por qué tuvo que ser mujer quien lo hiciera?

“Crapaud” - 2046: De todas las brujas se puede decir que tienen un espíritu familiar, un acompañante que es un alma, entidad dentro de un cuerpo animal.

“The Depressing sounds of the Witch” - 2046: Está inspirada en todos los juicios y condenas por brujería. Narrada desde el punto de vista de una torturada que vuelve a vengar su muerte.

“Death by Burning” - 606: Es una extensión de la anterior, sobre la hoguera en que se quemaba a estas brujas y tiene extractos sonoros de películas (The City of the Dead, 1960), de su trama trama.

2046: En este punto verás que el disco empezó practicando brujería, se hace más oscuro, pagas por eso, te condenan, te redimes y te vengas de esa cacería injusta.

“Mistress of the Marble Hill” - 2046: Habla sobre Alice Kyteler, la primera bruja en Irlanda, de quien la leyenda decía que es muy guapa y atractiva. Tuvo varios esposos; seducía, asesinaba y despojaba. La leyenda dice que si conoces su historia y no la cuentas, caerá sobre ti una maldición.

“Lámpades” - 2046: También de la mitología griega, son ninfas del inframundo, compañeras de Hécate. Las voces tratan de generar ese ambiente de locura, pues se dice que enloquecen a los hombres.

“Madre” - 2046: Es sobre el fanatismo religioso y cómo las madres condenan a sus hijas porque las creen brujas. Es el tema más largo y triste, como lo que se puede ver en el filme The Witch.

606: O sobre las madres que condenan a sus hijas al imponerles moldes, que sean recatadas, religiosas. La familia puede juzgarte antes que la sociedad, muchas veces.

“Salamanca” - 2046: Es un aquelarre, reunión de brujas que conjuran a la triple diosa, Hécate. Tiene cuatro idiomas distintos.

606: Es la primera vez que no canto. Invité a algunas amigas latinoamericanas para que lo hagan, de Ecuador, Haití, Bolivia, Brasil. Es un viaje, un tema muy libre, como las brujas. Que triunfan al final. (I)

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