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Julio César ‘Ñañón’ Jurado

Julio César ‘Ñañón’ Jurado
05 de julio de 2012 - 00:00

En la década de los 80, el rock latino marcó el inicio de una corriente musical que hasta la fecha se mantiene con gran éxito, aunque en la actualidad se fusiona con otros géneros.

En esa época por toda América Latina y España estaban de moda las canciones de bandas como Soda Stereo, Mecano, Enanitos Verdes, entre otros.

Y en Ecuador, el grupo guayaquileño ‘Clip’ revolucionó el ámbito nacional con una propuesta musical que estuvo a la altura de estas consagradas agrupaciones.

Las letras y los ritmos combinaron perfectamente en cada una de las canciones que ‘Clip’ puso en las radios y sobre los escenarios del país.

Estas no solo fueron éxitos en el Ecuador ya que también se posicionaron en los primeros lugares en algunos países del continente como  ‘Poco a poco’, ‘Solo un tonto’, ‘Laxante emocional’, ‘Mosquito anopheles’, ‘Estás aquí’, ‘No cuesta nada soñar’, entre otras, que hicieron de Quino Orrantia, Aldo Jalón, Pepe Tapia, Rafael Peralta y Julio César ‘Ñañón’ Jurado (líder de esta agrupación) los reconocidos músicos que ahora son, a pesar de que  ‘Clip’ ya terminó su etapa musical.

Sin embargo, ‘Ñañón’, como lo llaman a Julio César Jurado, nunca se alejó por completo de la música y combinó su carrera de arquitecto con la de productor musical y comunicador.

Uno de los aciertos más grandes que ha tenido Jurado como productor fue organizar un concurso intercolegial  (1998) en el que participaron varios solistas y bandas de los colegios emblemáticos de Guayaquil. En ese concurso resultó ganador el ahora reconocido cantante Daniel Betancourth.

‘Ñañón’ Jurado repetirá su experiencia como cazatalento para descubrir y formar a nuevos cantantes o bandas nacionales con el propósito de posicionarlos en el mercado internacional.

¿Qué lo motiva a seguir con su faceta de cazatalento?

Los que hacemos música desde pequeños siempre queremos que otros jóvenes tengan las mismas oportunidades que tuvimos nosotros. Creemos que los intercolegiales de música prácticamente han desaparecido y por ello buscamos retomar esto.

¿Qué es lo que se busca concretamente con este tipo de eventos?

En esta ocasión queremos ver la capacidad de composición de los jóvenes participantes. Actualmente hay muchachos que tienen tanto talento que en mí época no existía. Queremos incentivarlos y, sobre todo, orientarlos a seguir por el camino correcto si es que quieren surgir en la música. Todo esto por supuesto con la venía de sus padres y del colegio.

¿Cuál es el mayor respaldo que existe para este evento?

Más allá de estar auspiciados por el Ministerio de Cultura y la Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador, quienes le harán un reconocimiento a la mejor composición, el jurado está compuesto por personas que saben de música e imagen. Ellos no solo van a calificar la actuación, sino también el desenvolvimiento y la imagen. Partiendo de eso, entramos nosotros como productores a trabajar con el ganador o ganadores.

¿Y en qué consiste ese trabajo?

Hay que ser ambicioso en esto. Nosotros queremos que nuestros artistas tengan el mismo nivel de los colombianos al poner cantantes en la lupa internacional como Fanny Lu, Shakira, Juanes, entre otros. Pensamos en grande y aquí todavía le estamos dando la vuelta a Juan Fernando Velasco, cuando hay más talento que demostrar. Podemos ir más allá de eso.

¿Cómo se hace el proceso de selección del concurso de cazatalento?

Tres días antes del evento aceptamos las inscripciones. El 20 de julio haremos una primera presentación en el miniteatro del Centro Cívico Eloy Alfaro. El día 27 haremos otra selección y de ahí saldrán los finalistas que se presentarán el 4 de agosto en el lobby del Centro Cultural Libertador Simón Bolívar. 

¿Cuál será el premio que se lleve el ganador o ganadores?

Nosotros como productores los vamos a asesorar y producir. Se grabará un disco. Se llevarán productos de los auspiciantes y  tendrán una sesión artística de fotos  para que sea una especie de carta de presentación.

¿Qué es lo que más le emociona de este trabajo?

Hay muchos muchachos que no saben por dónde coger. Pierden tiempo y dinero grabando e imprimiendo cosas que no van a pegar. Sin ser presumido creo que nosotros tenemos la experiencia para orientar a estos chicos y formarlos como artistas. No basta tener solo buena voz o dinero.

¿Esta tarea revive esos momentos en Clip?

Desde luego. Es interesante porque se puede unir el talento con las corrientes que se hacía 20 años atrás con lo que se hace ahora. Con esto estamos reviviendo la música que nunca olvidaremos hasta que el Señor nos recoja. Cuando vemos a estos jóvenes recordamos las locuras que nosotros también hacíamos en nuestro tiempo. La chispa que tienen los jóvenes a mí me rejuvenece aunque tenga barba blanca. Es como volver a vivir.

¿Qué es lo que más recuerda de los inicios de Clip?

En esa época sí se hacían con frecuencia los intercolegiales. Yo me iba a todos y de ahí me fui dando cuenta del talento de los que conformaron el grupo. Les pedí sus datos y los reuní. Todos ellos eran de colegios diferentes de Guayaquil. Estuvimos un año ensayando hasta que se nos dio la oportunidad de cantar por primera vez en la Alianza Francesa y desde ese momento despuntamos.

¿De dónde nació el nombre del grupo?

Se me ocurrió porque el clip no solo lo usamos para juntar papeles, sino también para abrir una chapa o hasta para limpiarnos las orejas si tienes cuidado. (risas) Entonces, iba con nosotros porque queríamos estar en todos lados.

¿La fama fue de inmediato?

Te cuento que al principio nuestra música sonaba solo en la radio y la gente pensaba que éramos argentinos, españoles o mexicanos. pero cuando salimos en televisión se enteraron que éramos ecuatorianos, se armó una locura. Nos llamaban para entrevistas y todo. Fue divertido y chévere.

¿Anécdotas de algún concierto...?

Te cuento que desde el inicio yo siempre fui recto y claro con el asunto dinero. El contrato decía que una parte de la paga recibíamos en la firma del papel y la otra antes de subir al escenario. En Machala en una presentación el productor nos dijo que nos daría el dinero después y nosotros decidimos no subir.

El público nos aclamaba tanto que el empresario corrió a la taquilla y nos dio el resto del dinero. No subimos enseguida porque nos pusimos a contar la plata porque nos dio puro suelto (risas). En Manta también nos quedamos atrapados en los camerinos porque la gente no quería que nos fuéramos. Estaban como locos.  

Clip continúo sin usted casi al final de su etapa. ¿Por qué salió?

Porque me llegó el amor. No se puede combinar el amor con la música. Las mujeres son celosas y no iban a creer que nos quedamos con la banda ensayando hasta tarde. Después había pito. Así que elegí a mi mujer.

¿De dónde viene lo de ‘Ñañón’?

Siempre me gustó salir de lo común. En mi época todo el mundo se decía ‘oye brother esto...’ ‘Oye brother aquello’. Así que un día caminando por mi ‘zona brava’ de Cuenca y Noguchi escuché a dos pitos en una esquina que se decían ñañón. Yo al día siguiente fui al colegio y a todo el mundo le decía lo mismo, así que me quedé con ese apodo. No es por mi porte (risas).

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