El ‘Monstruo’, tan temible como benévolo
Cuando de pequeño escuchamos la palabra monstruo, a nuestra mente llegan imágenes de cualquiera de los personajes que hemos vistos en dibujos animados o en aquellas películas de terror que tanto miedo nos causaba y nos quitaba el sueño.
Monstruo con diez cachos y tres cabezas, rostros desfigurados, rabo y enormes verrugas. Sea cuál sea la forma que les demos a esos mutantes, en Viña del Mar aquel monstruo no es más que el público.
En esta edición que terminó el viernes pasado con Jesse & Joy, Tommy Torres, Melendi y el dueto Alexis & Fido, el ‘Monstruo lo formaron las 15 mil personas que fueron a la Quinta Vergara para devorar a quienes no les guste o premiar a sus preferidos. Y es tanta la exigencia que ni los conductores se suelen salvar.
Y es que en Viña del mar los artistas pasan en un segundo del amor al odio. Ocurrió con el español Dyango quien en 1985 fue pifiado por el público, pese de haber cantando todos los éxitos del momento. Peor parte se llevó la venezolana de origen cubano María Conchita Alonso, quien recibió insultos y botellazos al ser tachada de “hostil y grosera” sobre el escenario. Ambos artistas no cumplieron su hora y media de concierto y se retiraron con las manos vacías.
Sin irnos tan lejos, algo parecido le ocurrió a la mexicana Anahi en la edición del 2010 al ser acusada de cantar en playback e imitar a Lady Gaga por su forma de vestir y extravagancia. La ex RBD tuvo que ser escoltada hasta el hotel.
En Ecuador muy pocas veces ocurren este tipo de cosas. Existe un profundo respeto por los artistas, muy a pesar de que en los graderíos, plazas o calles uno que otro fan comience una gresca y termine el show en “botellazos” como ha ocurrido en las fiestas de Guayaquil en los masivos conciertos de Sauces y la avenida Machala.
La noche del martes, la mexicana Ana Gabriel fue coronada como la artista más popular de esta edición haciendo que el monstruo llegara al clímax e insistiera en que se prolongue su actuación. Los gritos de los 15 mil fans que se dieron cita en el anfiteatro fueron ensordecedores que los medios acreditados en él estuvieron pendiente por si ocurría algún contratiempo o para salir corriendo, ya que en años anteriores algunos cronistas fueron agredidos.
Minutos después el ‘Monstruo’ atacó y evitó que el comediante Ruddy Rey cumpliera con todo sus espectáculo cómico musical. El público seguía pidiendo la presencia de la mexicana que aún se encontraba en los camerinos y tuvo que marcharse de inmediato.
Frases como “aweonao”, “saco de weva”, “weon”, “maraca”, “ya lárgate” e “imbécil” fueron unos de los gritos que las personas propinaron al comediante que ha llevado su humor a varias ciudades de Chile y es muy conocido en Viña del Mar por sus presentaciones en centros nocturnos.
Cuando este tipo de cosas ocurren de inmediato ingresan al recinto 40 carabineros para sacar al artista y ponerlo a salvo. Tan pronto se marcha, el anfiteatro se llena de júbilo y el público celebra con risas, carcajadas y bailes.
La adrenalina fue tanta que ni por el intenso frío que hizo esa noche pudieron “apagar las llamas de este monstruo” que con la misma intensidad ovacionó al español Raphael, quien subió al escenario pasadas las dos de la mañana.
Tras demostrar que aún puede cantar como lo hacía en los 70, el intérprete de ‘Yo soy aquel’ convenció al mismo público que vio y escuchó cantar a la mexicana Ana Gabriel y se llevó todas las preseas, luego a Carlos Vives, a Rod Stewart y más.
Cuando el ‘Monstruo’ se encariña no quiere que su artista se vaya. Ocurrió con Raphael, Stewart, Vives y otros. Era tal la presión que el público se resistía a dejar el recinto si su cantante no volvía al escenario.
En el caso de Raphael los organizadores pidieron control y apagaron el recinto para que el público se marchara. Media hora después, este monstruo cedió ante la razón. ¿Qué pasará en el festival 2015?