Ecuador, 29 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Universidades dejaron de usar $ 700 millones en 3 años

Universidades dejaron de usar  $ 700 millones en 3 años
08 de diciembre de 2013 - 00:00

Entre 47 países con producción científica de impacto, Ecuador está en la posición 12. Tiene una creación de proyectos de investigación de 564 documentos, según el ranking SJR citado en el informe final del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces). Las universidades del país poseen menos de la décima parte de la producción de Colombia.

Precisamente, la medición del Ceaaces consideró entre sus indicadores el factor de investigación para ubicar a las universidades en las categorías A, B, C o D (en proceso de acreditación).

Los centros superiores en categoría A presentan un desempeño de investigación superior al promedio. Pero la “producción científica de alto impacto se concentra en un reducido número de docentes investigadores y está por debajo de los niveles internacionales”, explica el informe del Ceaaces.

La evaluación evidencia que en la academia ecuatoriana la falta de investigación es una constante. Los rectores de las universidades se defienden y aseguran que en estos centros sí se investiga.

Presupuesto
Para algunos estudiantes como Lenin Heredia (23), quien asiste a la facultad de Turismo Histórico Cultural de la Universidad Central, la falta de presupuesto sería una de las razones para que exista poca investigación.

El informe del Ceaaces concluye, por ejemplo, que 23 universidades de pregrado y posgrado no alcanzaron mayores niveles en investigación y se ubicaron en categoría B.

Marcelo Cevallos, miembro académico del Consejo de Educación Superior (CES), afirma que la falta de presupuesto no es un pretexto.

“Solo las universidades públicas en 3 años tuvieron una subejecución de 700 millones, que son presupuestos no gastados y comprometidos”, explica.

Para Cevallos la cifra desmitifica la idea de que las universidades públicas no cuentan con fondos suficientes. “La Universidad Central tiene un promedio de subejecución de 50 millones de dólares anuales, que es altísimo”, dice.

Los mejores ubicados
La Universidad Politécnica Nacional también es pública y fue una de las 3 instituciones (pre y posgrado) ubicadas en categoría A, con la Espol y San Francisco de Quito.

El rector Alfonso Espinosa comenta que la universidad “tiene un presupuesto anual de 56 millones de dólares”. Solo en Geofísica hay un proyecto de investigación por 6 millones de dólares.

También asegura que más del 90% de presupuesto en biblioteca se destina a bases de datos, para conocer las últimas publicaciones indexadas e investigaciones.

El rector de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), Sergio Flores, enfatiza que ellos también han priorizado la investigación. Un ejemplo, dice, es el área de biotecnología aplicada a la agricultura o acuicultura.

Según Flores, la Espol tiene 299 publicaciones en revistas indexadas, y en Scopus, considerada de alto nivel, tiene 92 bibliografías.

Otros ámbitos de investigación en la Espol son el Centro de Tecnologías de la Información (CTI) y el Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador (CIBE).

La directora del CIBE, Esther Peralta, explicó que en el lugar se realizan proyectos de biotecnología, fitopatología y microbiología junto a un equipo de 6 investigadores y estudiantes. En términos de publicaciones, hasta septiembre de 2013 el CIBE realizó 15 artículos en revistas indexadas

Este año la Universidad Católica Santiago de Guayaquil (UCSG) conservó su lugar en la categoría B. La UCSG posee el Sistema de Investigación y Desarrollo (Sinde) para la elaboración de proyectos científicos y tecnológicos.

La directora del Sinde, María Eloísa Velásquez, explica que la UCSG tiene 3 revistas indexadas: una de Medicina, que desde 1994 presenta publicaciones trimestrales, otra alternativa, con información general publicada desde 2000, 2 veces al año y una tercera de arquitectura, que desde 2008 realiza 2 publicaciones por año.

Una universidad que logró mejor ubicación fue la Casa Grande, de Guayaquil; pasó de D en 2008 a B.

Marcia Gilbert, rectora de la universidad, explica que entre 2010 y 2011 se contrató una asesoría colombiana para crear un Departamento de Investigación.

Actualmente hay 14 proyectos vigentes, dirigidos cada uno por un docente investigador. Se maneja un presupuesto de 300 mil dólares anuales para la investigación.

También hay casos opuestos como la Universidad de Guayaquil, que tiene un 0% de impacto en sus publicaciones según reportes del Consejo de Educación Superior (CES).

René Ramírez, titular de la Senescyt, indicó luego de la recategorización que “en promedio, las universidades categoría A publican 76 artículos anuales en revistas indexadas; las de categoría B, 14”.

Docentes y formación
Para Francisco Cadena, presidente del Ceaaces, en los últimos años se está impulsando la investigación con leyes concretas y becas. Reconoce que los rezagos de años en los que no se estimuló la investigación, causan remezones en la academia.

Explica que en este año recién se expidió el Reglamento de Carrera y Escalafón del profesor, en el que se plantea un cambio de paradigma. Ahora el profesor no solo transmite conocimiento, también lo genera.

“Es cierto que no todos podemos ser investigadores, pero todos debemos tener un espíritu investigativo que significa actualizarnos, tener inquietud por descubrir las cosas”, expresa Cadena.

Según el CES, las universidades de excelencia deben tener al menos un 11,50% de profesores con Ph.D.

En la Espol hay 290 profesores titulares, de los cuales 55 son Ph.D a tiempo completo y otros 50 se preparan en el extranjero para obtener el doctorado. Mientras que en la Universidad Casa Grande hay 3 profesores con Ph.D en jornada completa, y 6 en tiempo parcial.

En la UCSG hay 11 profesores con doctorado y otros 68 se encuentran en el proceso de preparación.

Cadena reconoce que las ofertas de Ph.D en el país son escasas, y que eso influye en la falta de investigación. De hecho, explica que existen más opciones de doctorado en ciencias sociales que en carreras técnicas y científicas.

Contenido externo patrocinado