Al cementerio del recinto San Miguel, de la parroquia rural Puerto Limón, arribó un grupo de marimba que entonaba canciones rituales de la nacionalidad tsáchila, hasta la tumba del exgobernador de esta etnia Abraham Calazacón.

En este campo santo se reunieron sus familiares con sus habituales trajes ceremoniales para rendir homenaje y recordar el nacimiento del líder indígena, el 4 de febrero de 1909. Bertha Calazacón, hija del ex gobernador, fue la encargada de llevar un ayampaco (pescado y plátano envuelto en hojas de plátano). "Era el plato favorito de mi padre y en nuestras creencias ancestrales es común que les llevemos comida y bebida a nuestros familiares fallecidos", recordó entre sentimientos encontrados y lágrimas

Calazacón falleció el 8 de julio de 1981, cuando Bertha tenía 16 años de edad y aún ella tiene presente los consejos de su padre, principalmente ser humildes y ayudar a quienes lo necesitaran.

Datos históricos revelan que el gobernador fallecido fue hijo de Alejandro Calazacón, gobernador de la tribu conocida anteriormente como “los colorados”.

Desde muy niño fue preparado por su padre para ejercer la herbología, sometiéndole a duras pruebas, habiendo conseguido con el tiempo una gran fama que trascendió a nivel internacional. A los 40 años se casó con Celinda Aguavil con quien llegó a tener ocho hijos.

A los 42 años de edad, como hijo mayor y sobre todo por su gran capacidad, heredó la gobernación, haciéndose cargo de mantener la organización de la tribu que estaba dividida en 8 sectores: Chigüilpe, Otongo, Mapalí, Búa, Peripa, Poste, Cóngoma Grande, Naranjo y Tahuaza.

Con la construcción de las carreteras a Quito y a Quevedo, Chone y Esmeraldas. La sequía de Manabí, Loja y problemas de otros sectores y ciudades del país, llegaron miles de ciudadanos a radicarse en esta zona de Santo Domingo de los Colorados, en calidad de colonos, considerándola como una tierra de promisión de los ecuatorianos. Siendo los Tsáchilas las primeras víctimas de las invasiones de sus dominios ya que sus tierras eran baldías por no poseer escrituras.

Entonces Abraham Calazacón con una delegación de más de 100 indígenas de su tribu, se entrevistó con el presidente de la República José María Velasco Ibarra y le pidió ayuda para que se le entregue las escrituras de sus terrenos, cumpliendo responsablemente esta entrega en agosto de 1961.

Los Calazacón tuvieron su dinastía y Abraham fue el último gobernador vitalicio que luego de su muerte fue remplazado por su hijo Nicanor Calazacón. Desde 1996, mediante elecciones, los Aguavil lideran la gobernación de la nacionalidad tsáchila.

En tanto Mateo y Graciela, también hijos de Abraham, piden a las autoridades que se mantenga las tradiciones originales de la tribu, que en los establecimientos educativos se enseñe su lengua aborigen que es el tsafiki (verdadera palabra), y, además se reubique el busto del líder indígena que se encuentra en el parque Joaquín Zaracay, a otro sitio de la capital de la provincia tsáchila. (I)