Hasta hoy, las 6 extensiones universitarias que no han logrado acreditarse en el proceso de evaluación del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces) pueden presentar su plan emergente para acogerse a nueva valoración. Así lo explica Marcelo Aguilera, asesor jurídico del organismo.

Según datos del Ceaaces, hasta ayer solo 2 sedes de educación superior presentaron el plan emergente, la Universidad Agraria del Ecuador, que funciona en Naranjal, Guayas; y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), de Manabí.

El sacerdote Fernando Ponce, quien recientemente asumió el rectorado de la PUCE, indica que el plan presentado al organismo encargado de la evaluación consiste en el fortalecimiento de los indicadores que fueron calificados como deficientes.

Entre las variables con problemas constan la falta de contratación de profesores calificados que cuenten con maestrías y Ph.D, el mejoramiento de las conexiones inalámbricas de internet y la construcción de ascensores para mejorar la movilidad de las personas con discapacidad. Para esto se destinó un presupuesto de $ 299.000.

La PUCE tiene 5 extensiones en el país, en la de Manabí se forman 465 estudiantes en las carreras de Administración de Empresas, Turismo Ecológico, Ingeniería Hidráulica, Agroindustrial y Biología Marina.

En 2010, con la aprobación de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), se dispuso que el Ceaaces depure las sedes, extensiones, programas y otras modalidades que mantengan las instituciones de educación superior fuera de su domicilio principal.

Los resultados de la primera evaluación a las extensiones se publicaron en 2013 y determinaron 4 grupos de desempeños: aprobadas (2), no aprobadas (44), condicionadas (21) y fuertemente condicionadas (19).

Del total de sedes ubicadas en las 2 últimas categorías, 37 se acogieron al plan de mejoras para una nueva calificación. Estos resultados se conocieron en septiembre pasado y determinaron que 6 no lograron acreditarse.

Aguilera, asesor del Ceaaces, sostiene que con la evaluación se busca mejorar los indicadores que presentaban deficiencias en la calificación conseguida de hace 5 años.

Las 6 sedes universitarias que no aprobaron tienen un promedio de 2.600 estudiantes y seguirán funcionando temporalmente, en un plazo de 6 años, hasta que los jóvenes se gradúen. Las 31 que pasaron funcionarán normalmente y podrán abrir matrículas en carreras relacionadas con el bienestar público, como Medicina y Derecho. Estas sedes acogen a 47.904 estudiantes. Otra de las extensiones que no pudo acreditarse fue la Universidad del Pacífico, de Quito. Este diario buscó la versión de las autoridades, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

El centro de educación superior que funciona en una vivienda en el norte de la capital inició clases el 19 de octubre.

Miguel Ángel Bermeo, estudiante, indica que conoce sobre las circunstancias en que se encuentra la extensión universitaria, pero todavía no sabe las medidas que tomarán las autoridades.

También desconoce si la sede ya presentó su plan emergente de fortalecimiento y si funcionarán hasta que se gradúen los estudiantes.

Bermeo cursa el último año de la carrera de Economía e indica que para quienes están en la recta final lo primordial es obtener su título. “El problema de la acreditación lo sufrirán los jóvenes de los primeros años”, indica Miguel Ángel. (I)

Datos

En 2013, cuando el Ceaaces presentó los resultados de la evaluación de 86 extensiones indicó que 73.194 estudiantes estaban matriculados en estas sedes.

Las extensiones están distribuidas en 21 de las 24 provincias del país. El Modelo de Evaluación de las sedes en otras provincias contempla 30 indicadores, integrados por tres macrocriterios.

Las 6 universidades que se acogieron a la nueva evaluación son Técnica de Babahoyo, Luis Vargas Torres en La Concordia, Agraria en Naranjal, Metropolitana en Machala, la del Pacífico, en Quito, y la PUCE, en Manabí.