En el 2013, 50 casos de gripe AH1N1 han sido detectados en el país y hasta el momento esta enfermedad ha ocasionado la muerte de tres personas, una de Cuenca y dos de Ambato. Mientras que en el 2012 se registró un total de 45 casos y el fallecimiento de seis ecuatorianos.

Ante estas cifras, Norma Armas, Subsecretaria de Vigilancia del Ministerio de Salud Pública (MSP), hizo un llamado a la ciudadanía para que acuda a los centros de salud apenas el paciente padezca de alguna sintomatología respiratoria.

“En los centros de salud existe el antiviral específico para el tratamiento oportuno (Oseltamivir). Mientras más rápido iniciemos el tratamiento, las complicaciones disminuirán notablemente. De manera que cuando la persona tenga tos, secreción nasal, dolor de garganta acompañada de fiebre mayor a 38 grados centígrados, debe acudir de inmediato a nuestros servicios de salud”.

La autoridad indicó que una vez detectado este virus, profesionales de la salud procederán a un seguimiento de las personas que han estado en contacto con los pacientes afectados, los mismos que recibirán un tratamiento profiláctico con el mencionado antiviral.

Según esta cartera de Estado, desde octubre de 2012 hasta enero de 2013 se vacunaron en el país un total de 3450.000 personas para prevenir la gripe AH1N1, entre ellos, los grupos de riesgo (niños menores de cinco años, embarazadas, personal de salud, adultos mayores de 65 años y personas que padezcan de asma, enfermedad pulmonar, insuficiencia renal).

Al respecto, Armas aclaró que al momento no hay vacuna que prevenga esta enfermedad debido a la mutación que el virus adquiere cada año.

“El virus de la influenza muta año a año. La vacuna que saldrá en el 2013 será diferente a la del 2012 porque esta tiene que acomodarse de acuerdo a la mutación que el virus va adquiriendo anualmente. Ahora no hay vacuna porque se la debe aplicar antes de la etapa invernal, es decir, en octubre, noviembre, diciembre, enero y primeros días de febrero”.

Además, la subsecretaria resaltó la importancia de que los pacientes no se automediquen, así como la responsabilidad de ejercer buenas prácticas higiénicas en cuanto a la tos y al estornudo.

“Si estornudamos o tosemos, en las gotitas de saliva podemos diseminar el virus hasta un metro en la redonda. Y si utilizamos las manos también contagiamos a la persona con el saludo” añadió la funcionaria.