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Ayer el instituto de neurociencias de guayaquil concentró a 50 profesionales en una conferencia

OMS: La salud mental del mundo enfrenta un déficit de especialistas

OMS: La salud mental del mundo enfrenta un déficit de especialistas
18 de julio de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Katy R., quien es estudiante universitaria, cuenta con recelo haber pasado por el psiquiatra para tratar su depresión. “En 2 ocasiones tomé medicación. No puedo contar este tipo de cosas a mis amigos porque se me burlarían o creerían que estoy loca”.

La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes que sufre la población a nivel mundial. A este problema se suma otro, quizás más preocupante: la falta de profesionales que traten la salud mental.

El Atlas mental 2014 de la OMS (Organización Mundial de la Salud) asegura que existe un déficit de estos especialistas: apenas el 1% se dedica a esta rama.

Además, los países con medianos y bajos ingresos destinan solo $ 2 per cápita a los hospitales mentales y tratamientos psiquiátricos. Frente a esta falta de atención se conoce que 1 de cada 10 personas sufre de problemas mentales.

Ecuador no está lejos de esta realidad. Según la encuesta del INEC del 2010, de 24.960 médicos nivel a nacional solo 1,4% corresponde a psiquiatras.

Para la psiquiatra Carlota Manrique Suárez, del Instituto de Neurociencias de Guayaquil, varios son los factores de ese déficit. Uno de ellos es la poca apertura de postgrados y la falta de interés de estudiantes de especializarse en este campo.

“Desde la década del 80 el Instituto sirve como instalación para impartir los postgrados y la Universidad de Guayaquil es la que pone la reglamentación. Por ejemplo, hace 17 años cuando hice el postgrado conmigo entraron 7 personas”.

Manrique indica que la Psiquiatría es una de las especialidades más nobles, debido a que los pacientes son los más desprotegidos y demandan mayor tiempo de atención.

“Todo eso influye en que no hayan tantos especialistas en Psiquiatría. Como docente también he visto que de 28 estudiantes de mi clase solo uno me dice que le interesa esta especialización y solo 2 que les gusta”.

Jorge Luis Escobar, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psicólogos, asegura que hay falencias en promocionar la profesión.

“Las universidades están en deuda con todo el universo que demanda la atención psicológica. El trabajo de ellos está desvalorizado. Un psicólogo bien puede ganar $ 800 y eso no representa la labor que hacemos. Un paciente necesita por lo menos de una hora de atención”.

Pedro Posligua, quien fue presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psiquiatría en el 87, asegura que no hay una distribución equitativa de especialistas.

“En los últimos años la Psiquiatría se tornó de buena apetencia para los médicos. Antes se la veía como algo despectivo porque no estaba integrada al quehacer científico, pero eso ya ha cambiado”.

Asegura que en Guayaquil hay entre 140 y 150 especialistas, mientras que en Manabí, Esmeraldas, Los Ríos no pasan de 10.

“Así como existe la medicina rural. Hay que aprovecharse de este recurso que se pierde e integrarlo a una actividad que le permita no solo estar en grandes ciudades sino en zonas donde existe demanda”.

Falta de reglamentaciones

La falta de reglamentaciones en salud mental también es otra falencia, según datos de la OMS. Solo 99 países tienen una ley específica para tratar enfermedades relacionadas con la psiquis.

Posligua recuerda que en la década del 70 hubo una ley sobre salud mental, pero quedó en el olvido. “No tenemos códigos para la salud mental, ni una ley que se encargue de la prevención y tratamiento”.

El psicólogo Jorge Luis Escobar cuenta que en 2007 en la Asamblea Constituyente de Montecristi se presentó la propuesta de atender al ser humano de forma biopsicosocial.

“Expliqué que esto era necesario porque la OPS (Organización Panamericana de Salud) había reportado que por cada 100 personas que acuden a la consulta pública, el 25% requiere de atención psicológica. Por ejemplo, si un centro de salud atiende a 100 pacientes van a necesitar 6 profesionales en salud mental. Pero la propuesta no tuvo efecto”.

Roberto Castillo, quien también es psiquiatra ecuatoriano, pero radica en Chile, cuenta que en ese país hay un sistema básico que garantiza el Estado: “Prestaciones GES”.

“La garantía explícita en salud permite que el paciente tenga derecho de recibir un abordaje farmacológico, psicológico y psiquiátrico durante el año de tratamiento, tanto a nivel público como privado”, dice.

Aunque esto no sería suficiente, permite tratar algunas enfermedades mentales específicas como la esquizofrenia, bipolaridad y depresión. Otro dato que arroja el informe es el aumento del 35% de las enfermedades mentales desde 2011. 

Para la psiquiatra Carlota Manrique Suárez esto era algo previsible. “Iba a ser una necesidad a diario y cotidiana, debido a los cambios a nivel de generaciones y de la humanidad. La tecnología nos ha provocado cambios drásticos y evidentes en comunicación, a los tiempos dedicados en familia y alteraciones de comportamientos que inciden en la infancia y adolescencia”.

En el área de hospitalización del Instituto de Neurociencias de Guayaquil se registró un aumento del 50% en los usuarios.

“De 20 pacientes que teníamos, hoy ya superan los 40. A diario manejo un número de 10 a 12 pacientes”, indica Manrique.

Según el especialista Castillo, hace falta mayor prevención en la sociedad. “Hay mucho que hacer en educación a temprana edad. En Chile, por ejemplo, hay series sobre esta especialidad. La Psiquiatría no está ejerciendo su labor en salud mental, esto es mucho más amplio y preventivo; más que medicar y tratar la enfermedad hay que prevenir”. (I)

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