Una estructura de madera, con pocos pupitres, con polillas, y un piso de tierra, fue como describió  Alexandra Panda a la antigua escuela en donde estudiaba en la comunidad de Sagrado Corazón en Macas.

La pequeña de 12 años -que domina el shuar y el español- es una de los 1.300 estudiantes que desde el pasado  2 de septiembre utiliza las instalaciones de la nueva Unidad del Milenio, Bosco Wisuma, en Morona Santiago.

En medio de árboles y una privilegiada naturaleza se levantan cuatro aulas de educación inicial, seis de educación básica, nueve de bachillerato, con pizarras digitales, además de un centro de desarrollo infantil y modernos laboratorios que acogen a los estudiantes de las comunidades shuar Sagrado Corazón, San Luis, San Pedro, San Miguel, Shipis y el Barranco.  

“Tenemos computadoras, libros y pizarras tecnológicas como las escuelas de las ciudades grandes”, dijo Panda mientras interactuaba en uno de los ordenadores de la sala de lectura de la unidad,  que se encuentra a 15 minutos de  Macas.

A su lado Carlos Yancha, cubierto con unos grandes audífonos, veía un video en Youtube de niños que participaban en  un concurso de canto.

En tres días de clases, el menor dijo que había aprendido a utilizar Internet, sin haber conocido antes una computadora. Sentada sobre un pupitre de color verde, Mayra Yuya, de 10 años, comparó la antigua forma de recibir clases en su comunidad de San Pedro y el cambio drástico de asistir a una escuela del milenio.

A través de la web conoció a las autoridades de su provincia y estaba lista para identificarlas en la inauguración de su  escuela. Por primera vez había visto un cuarto lleno de libros coloridos y asistía a clases con un uniforme que ya no era el de su hermana mayor.

Los menores tienen el servicio de expreso que los traslada desde sus casas hasta el establecimientoMayra contó que días antes se reunía con tres compañeros más y desde su comunidad caminaban una hora para ver el avance de  lo que sería su nuevo plantel. “Era cansado, pero no importaba porque queríamos ver las computadoras”, dijo. Ahora ya no se esfuerzan tanto. “Nos dijeron que iban a ponernos buses para venir a clases y ahora ellos nos traen”, agregó.

A las 06:45, ellas junto a otros compañeros de su comunidad se ubican en su antigua escuela, donde el expreso  los recoge y los lleva al plantel.

Nancy Yankur es una de las madres de  familia de la comunidad  de San Andrés que asistió a la inauguración de la Unidad. Ella indicó que al inicio no estaba de acuerdo con que  sus cinco hijos acudan a la escuela del milenio, por el tema de vialidad.

Explicó que sus pequeños debían caminar cerca de una hora y media desde San Andrés hasta la Unidad del Milenio, “y para ir a la otra escuela solo caminaban unos 15 minutos. Por eso no queríamos mandarlos”, dijo.

Ahora sus vástagos son transportados por autobuses que en 15 minutos los llevan a sus clases. Además reciben desayuno. A esto, la madre de familia agrega  que ya no tendrá que llevar su machete cada mes para limpiar los montes que crecían en la cancha de tierra del antiguo plantel.  

19 aulas de estudio tiene el plantel, además de otros espacios para computación, ciencias y deportes.Atrás quedaron los días en que Ajaa Jimpikit, de 13 años, llegaba cansada y con los zapatos enlodados a recibir clases. Ahora, ella asegura que recibirá, “la misma educación que tienen los chicos de las grandes ciudades”.

Ajaa fue la niña que subió a la tarima donde días antes se ubicó el presidente Rafael Correa, durante la inauguración del plantel. “Estaba nerviosa y feliz también de verlo por segunda vez... es bueno que ahora exista una escuela para las comunidades shuar de Morona”, dijo.  

Para Jorge Jimbiki, rector encargado de la escuela del Milenio, es la primera vez que niños y jóvenes shuar tienen la oportunidad de contar con maestros de inglés, aulas de computación e Internet, además  ya no tendrán que compartir maestros. “Es un sueño que los jóvenes se preparen y puedan capacitarse para ir a las universidades porque esa es la esperanza que tenemos como pueblo”, dijo.

LA EDUCACIÓN INICIAL ACTIVA CAMBIOS

Los niños y niñas de primero, segundo y tercero de básica iniciaron ayer el nuevo año lectivo en los diferentes planteles a nivel nacional, como lo estableció el Ministerio de Educación (MinEduc).

La cartera de Estado implementó un plan de mejoramiento pedagógico para la educación, en el que las instituciones educativas y los docentes deben cumplir una función primordial.

Alfonso Vargas, vicerrector del Colegio Santa María Eufrasia, explica que el plantel ofrece una formación humana cristiana, que también se enfoca en las artes y la música como materias optativas para los niños y niñas.

Lorena Almeida, parvularia de 1º grado de básica en la institución, cuenta que se trata de fomentar la psicomotricidad, la cual es la base para la escritura y la inteligencia afectiva, en donde se trabajan los valores, que en este caso son católicos.

De igual forma, en la escuela privada  Luigi Galvani, la maestra Mónica Ramos explica que el trabajo con lo niños debe ser práctico, a base de juegos, en los que  se pueda observar el respeto y la solidaridad.

Además enseñan los primeros fundamentos en matemáticas y lectura. En este proceso con los más pequeños, es importante la creación de una comunidad educativa, por ello el apoyo de los padres es primordial para cumplir con los objetivos, dijo.