El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, decidió subastar el zoológico de Buenos Aires -considerado un monumento histórico de la ciudad por sus pabellones victorianos- al mejor postor.

Su idea fue frenada en los tribunales por la magistrada Elena Liberatori  que aceptó esta semana el amparo presentado por el legislador opositor Adrián Camps y suspendió la subasta pública impulsada por el gobierno de la ciudad, tomando en cuenta que existe una “especial protección de rango constitucional y legal a la que está sujeto el predio”.

El  zoológico, que fue fundado en 1875, tiene 18 hectáreas de superficie y   viven 2.000 animales de 73 especies. Su administración fue privatizada en la década del 90, bajo el gobierno del ex presidente Carlos Menem.

Claudio Bertonatti, director del zoológico hace seis meses,  se siente “orgulloso” de que en los últimos años se hayan podido “devolver a la naturaleza” unos 400 animales, entre ellos “107 cóndores andinos que ahora vuelan libres por varios países de Latinoamérica”.

Considera que el zoológico debe transformarse “de un centro de entretenimiento a un centro de conservación con cuatro objetivos: conservar, educar, investigar y, por último, entretener”. 

Su modelo es el zoo del  Bronx porque en Buenos Aires, como allí,   los animales viven en “condiciones de semilibertad”. (EFE)