El sacrificio personal y la entrega completa a la academia definen bien el trabajo de los Ph.D. Varios profesionales que han alcanzado este título coinciden en que lograrlo no es fácil porque deben cumplir con multiples requisitos.

“Se trata de recibir cursos, escribir mucho, investigar, experimentar, hacer análisis, enviar documentos a conferencias”, dice la directora de Programas de Investigación en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), Katherine Chiluiza, quien desde hace 10 años cuenta con un doctorado en Educación y Tecnología de la Universidad de Gante, en Bélgica.

En ese entonces la decisión de cursar un doctorado le tomó mucho tiempo, no solo porque debía dedicar 4 años al estudio y la investigación, sino que su condición de mujer y mamá la llevó a meditar muy bien sobre sus planes.

“Algunos piensan que ser estudiante doctoral es más o menos como cuando hacíamos una maestría; tomo mis cursos el fin de semana y luego en la casa, en la noche, debo ponerme al día. Es otra concepción diferente el tema de los estudios doctorales. Es un trabajo a tiempo completo, por eso difícilmente pueden trabajar durante los cuatro años que se espera que una persona termine”, explica Chiluiza.

En aquella época, las universidades del país no ofertaban programas doctorales, por lo que para Chiluiza era impensable estudiar en Ecuador, sobre todo porque señala que “no estábamos listos para formar profesionales del más alto nivel”.

La necesidad de estudiar un doctorado ha hecho que 1.582 personas, entre 2007 y 2015, viajen al exterior a través del programa de becas de la Secretaría Nacional de Educación, Superior, Ciencia, Tecnología, e Innovación (Senescyt).

A nivel nacional solo las 3 universidades de tercer nivel y escuelas politécnicas que se encuentran en categoría A pueden ofertar doctorados. En esta condición se encuentran la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la  Escuela Politécnica Nacional (EPN) y la Espol.

En su página web, la USFQ detalla que desde el 27 de agosto de 2014 se encuentra aprobado el Ph.D en Microbiología bajo la modalidad presencial. Según la institución, la formación de profesionales a nivel de Ph.D en esta área es de vital importancia para hacer frente a problemas de enfermedades infecciosas en el país.

Además, ellos serán capaces de concebir nuevas ideas, entender nuevos paradigmas y usar el conocimiento para mejorar las condiciones de vida de la población ecuatoriana.

En cambio la EPN cuenta con el primer doctorado en Ingeniería Eléctrica en el Ecuador. El programa fue aprobado con 3 menciones: en Telecomunicaciones y Redes de Información; Sistemas Eléctricos de Potencia; y Sistemas de Control.

Los conocimientos de los Ph.D en esta rama pueden aportar en el área de biodiversidad, medio ambiente y recursos naturales, salud, desarrollo agropecuario y seguridad alimentaria, entre otros.

Todos estos programas cuentan con la aprobación del Consejo de Educación Superior (CES). Este organismo también autorizó en diciembre de 2014 el plan de doctorado en Ciencias Computacionales Aplicadas en la Espol. El área específica de desenvolvimiento son las Tecnologías de Información y Comunicación (Tic).

Dos meses después se aprobó el programa en Biociencias aplicadas, con menciones en Biodescubrimiento, Biotecnología, Bioseguridad alimentaria, Acuacultura y Biodiversidad Marina, pero se espera que las clases inicien entre septiembre y octubre de este año.

Hasta el momento solo se encuentra en curso el doctorado en Ciencias Computacionales Aplicadas. El Ph.D Carlos Monsalve, profesor y coordinador del doctorado, explica que alrededor de 200 personas se interesaron en aplicar a este programa, pero finalmente muchos de ellos se preguntaban ¿qué ayudas existen para estudiar a tiempo completo? “Nuestro nicho serían profesionales que requieren del doctorado, pero que por alguna razón no pueden ir al extranjero. Por ejemplo, tienen familia”, dice.

Del total de aspirantes, finalmente 5 se matricularon en el programa, luego de aprobar un proceso de admisión. Por eso Monsalve considera que los estudios de doctorado deben ir de la mano de un programa concreto estatal que ayude a los profesionales a sostenerse económicamente porque en ese tiempo renuncian a sus trabajos. Por ahora la Espol dará una beca a sus estudiantes que consiste en una manutención de $ 600, luego de firmar un contrato en donde se comprometen a tener un buen desempeño académico y a colaborar con la institución.

Monsalve, quien tiene un Ph.D en Ingeniería de Software en la Universidad de Quebec, considera que los profesionales con estos estudios, de cuarto nivel, aportan al desarrollo de un país desde diferentes perspectivas. Una de ellas es al conocimiento, ya que la calidad de un país se mide por el nivel de publicaciones. “Muchas de esas investigaciones pueden ser de utilidad y por eso se trata de comunicar lo analizado en revistas internacionales”. (I)

DATOS

En 2008, en el sistema solo habían 450 docentes con título de Ph.D. Ahora, según datos de la Senescyt, hay más de 1.000 Ph.D y en 2 años se cuadriplicará la cifra.

En una entrevista a este diario, el titular de la Senescyt, René Ramírez, aclaró que la cuota del 70% de profesores con Ph.D está enfocado solo para universidades dedicadas a la investigación.

En Ecuador además de las universidades de tercer nivel que ofertan doctorados, hay 2 institutos dedicados a los estudios de posgrado que tienen sus programas para formar profesionales con Ph.D.

Uno de los centros es la Flacso que tiene 6 estudios de doctorados enfocados en las Ciencias Sociales, por ejemplo “Historia de los Andes”. También está la Universidad Andina Simón Bolívar, en la capital, con 7 programas de Ph.D.