Algunos metros separan la casa de Jorge Tomalá Cepeda del Cerro Colorado. Desde hace 7 años vive en sus alrededores (por el lado que conduce a Las Orquídeas, al norte de Guayaquil). Por su cercanía al lugar Jorge ha podido ver  volar cenizas de maleza o que el humo se  concentre en las paredes y en espacios de su hogar.       

Recuerda que en lo que va del año en el Cerro Colorado, que alberga una extensión de más de 325 hectáreas, se han producido 3 incendios. El martes  23 de septiembre, en horas de la mañana, y luego en la noche ocurrieron 2 de ellos. El fuego provocó que 35 hectáreas se consumieran y la pérdida de especies como Algarrobo, Leucaena, Amarillo, Bototillo, Guachapelí, Higuirilla, Niguito y Guasmo.

Un reporte del Ministerio del Ambiente estima que el área necesitará de 8 a 12 meses para recuperarse. El incidente  ocurre tras pasar 2 años desde el primer desastre ambiental en esta zona, ocurrido el 5 de diciembre de 2011, cuando se quemaron 135 hectáreas.

El mayor del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, Fernando Ayala, explicó  que también pudieron identificar a nidos incinerados y a aves volando sobre el humo que se extendía.

Dijo que durante el trabajo para apagar el fuego intervinieron 80 bomberos y hubo 17 viajes de helicópteros, que transportaron miles de litros de agua.      

“Fue un trabajo arduo evitar que continuase su propagación por la vegetación. Pero ya estando arriba del cerro pudimos divisar un espeso humo  que provenía del Bosque Papagayo, recientemente declarado por el MAE protector”. Allí, dice Ayala, los daños superaron las 150 hectáreas.    

La situación en Quito no dista de la que se vive en Guayaquil. En la capital se han registrado más de 30 incendios causados por colillas de tabaco y la quema de cultivos agrícolas, generadas por personas.

En el caso de Guayaquil, según Ayala, algunas de las causas de los incendios forestales son:vegetación seca, baja humedad, temperatura de 40 grados y en especial la falta de cuidado de personas que ingresan al cerro. Vecinos del sector señalan como posibles responsables a dos indigentes que viven en la zona.

Otro morador asegura que los chamberos entran al Cerro para fumar o que camionetas ingresan a toda velocidad. “Aquí lo han convertido en basurero y  vienen a dejar materiales de construcción y cartones”, agrega el morador.

Acciones para frenar y prevenir

El Ministerio del Ambiente (MAE) emprendió la campaña informativa ‘Protejamos nuestros bosques de incendios’, en la que hace un llamado a la ciudadanía para que analice sus acciones y evite la propagación de incendios forestales.

La cartera dijo que el Bosque Protector Cerro Colorado cuenta con 6 guardaparques que resguardan la naturaleza de este espacio.

Anunció que se reforzarán los conocimientos de los guardaparques para que sepan reaccionar ante estas eventualidades. Se planificará la reforestación con especies forestales de bosque seco, de acuerdo con las condiciones que ofrece la naturaleza.  

Por parte del Cuerpo de Bomberos, el mayor Ayala dijo que patrullan el Cerro Colorado y riegan con agua las orillas para evitar otros incendios forestales.

También aconsejó no lanzar colillas a las orillas de los lugares con vegetación seca,ni dejar restos de fogatas en parques o bosques.

Agregó que tantos las botellas de cristal como las de plástico son materiales combustibles al contacto con el sol y que podrían causar un incendio, por lo tanto hay que evitar tirarlas en los bosques.