La erradicación de la pobreza en todas sus formas hasta 2030 es uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible que se acordó en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Según la Ministra Cecilia Vaca, de la Cartera Coordinadora de Desarrollo Social, este no es un tema nueva para Ecuador, país que en los últimos años incrementó su inversión social en más de $ 300 millones. Al momento este Ministerio trabaja con un índice multidimensional de pobreza para focalizar la ayuda a 2 millones de hogares. La ministra Vaca explica cómo funciona este índice.

¿En qué consiste el índice multidimensional?

Los índices multidimensionales se sustentan en desarrollos técnicos conceptuales (..) en base a los cuales se puede considerar varios ángulos que permiten tener una visión más integral de la pobreza.
Nosotros hemos utilizado estos índices para focalizar los programas del sector social, mas no para medir la pobreza como tal.

¿Qué aspectos contempla este índice utilizado en la focalización de los programas sociales?

Nosotros consideramos 4 grandes dimensiones y dentro de éstos, 14 indicadores. Las dimensiones son: Educación, comunicación e información; trabajo y seguridad social; salud, agua y alimentación; y vivienda y ambiente sano. Esto nos ha servido para saber, por ejemplo, que un hogar pese a tener más de $ 1,25 de ingreso diario por miembro y no ser pobre puede tener carencias insatisfechas como agua potable, educación, y en base a ello apuntalamos la atención.

¿Cuáles han sido los beneficios de incluir esta herramienta?

Permiten ver la pobreza por hogar, por unidad familiar, más que entenderlos por territorio y en base al trabajo de los distintos ministerios se ha logrado intervenir en muchos factores como acceso a la educación, créditos; y si se logra apuntalar ese hogar para que acceda a oportunidades y servicios seguramente puede superar su situación de pobreza y sostenerse en el largo plazo con una mejor condición de vida.

¿Es posible emplear este índice para medir la pobreza en el país?

Algunos países ya utilizan estos indicadores para medir la pobreza como Bután, Costa Rica, Colombia, México; y la propuesta de Ecuador es tener esto como un indicador de síntesis que te permita poseer una referencia más integral de la pobreza y a la vez analizar en qué medida este índice podría considerarse como un indicador para medir la pobreza.
Pero a nivel global tener este índice para medir la pobreza es complicado porque los países deben acordar qué aspectos se consideran y cuáles no y llegar a esos acuerdos es algo complicado.

¿Cuál es el balance ecuatoriano en el cumplimiento de los 8 objetivos del milenio?

Hemos cumplido hasta el momento con 7 de los 8 objetivos y con 20 de las 21 metas, la mortalidad materna es algo aún pendiente que seguimos trabajando y tenemos hasta el mes de diciembre para cumplir con ese objetivo. Actualmente tenemos el 68% y la meta establecía la reducción del 75% de mortalidad materna.

¿De qué depende que se logre al fin de año alcanzar este objetivo?

Depende de establecer algunos acuerdos metodológicos de la forma de cálculo del indicador, ya que para 1990, cuando se establecieron los objetivos, Ecuador se ubicaba como un país en una categoría B porque sus registros en este tema eran débiles, pero esto ha mejorado y esperamos que eso pueda ser valorado y considerado en el análisis final. Al margen de ello debemos insistir en que se ha hecho un gran esfuerzo desde todos los sectores para disminuir el índice de mortalidad materna.

¿Dentro de ese trabajo y la posibilidad de alcanzar ese objetivo destaca la asistencia de partos en su mayoría en instituciones especializadas?

Es un logro muy importante que en el Ecuador el 95% de los partos se realice en instituciones de salud y ese es un indicador súper positivo dentro de los que se emplean para el cumplimiento de las metas; pero aún nos inquieta que ese 5% que no va a las instituciones presente problemas antes, durante o después del parto y no sea atendido oportunamente y llegue a comprometer esas vidas. (I)