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El Telégrafo
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Control de alimentos procesados es parte de estrategias de salud

  Control de alimentos procesados es parte de estrategias de salud
16 de octubre de 2013 - 00:00

¿Quién es? Nombre: Cecilia Vaca Jones. Profesión: Máster en Políticas Sociales. Nacionalidad: Ecuatoriana. Fecha de Nacimiento:17 de mayo de 1975. Edad:38. Estado Civil: Soltera. Foto: Santiago Aguirre | El Telégrafo

Después de trabajar en proyectos de tinte social en varias carteras de Estado, en mayo de 2012 Cecilia Vaca Jones asumió el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social.

Para ella se trata de  un logro profesional y personal, pues a lo largo de su carrera ha seguido de cerca temas como  la desnutrición, el trabajo infantil y la falta de servicios básicos en varios sectores del país.  

Estudió en Estados Unidos, Ecuador e Italia y actualmente es máster en políticas sociales para el desarrollo sustentable del territorio. Habla varios idiomas y también conoce el kichwa.

Por su amor al deporte ha conquistado los nevados Cotopaxi, Chimborazo e Ilinizas y ha obtenido  importantes premios con su mejor acompañante: la bicicleta.

En diálogo con EL TELÉGRAFO, a propósito del Día Mundial de la Alimentación  que se recuerda cada 16 de octubre,  la Ministra expone algunas aristas que guiarán la política pública para contrarrestar la desnutrición, la obesidad y los malos hábitos alimenticios en la sociedad ecuatoriana.    

¿Cómo podemos fomentar una mejor alimentación en la población ecuatoriana?
Creo que hay que rescatar muchos de los alimentos tradicionales de las distintas regiones del país. Lamentablemente, a veces, la propia modernidad nos ha llevado a cambiar nuestros hábitos de consumo. Muchos de los problemas que tenemos alrededor de la nutrición tienen que ver con estilos de vida más sedentarios. Es una combinación de comer bien, pero también vivir bien y más activamente.   

Desde su cartera, ¿cuál es la propuesta de trabajo frente al tema?
Desde el Ministerio Coordinador de Desarrollo llevamos la estrategia de Acción Nutrición, cuya meta principal es erradicar la desnutrición crónica. En ese sentido hemos emprendido una estrategia intersectorial. Por un lado, está el esfuerzo de Salud que establece las políticas nutricionales; y Educación, que forma en los niños y jóvenes nuevos hábitos alimenticios. El MIES, en cambio, a través de sus distintos programas trabaja con grupos de atención prioritaria. Se incorporó al Ministerio de Agricultura por su incidencia en lo que tiene que ver con política y soberanía alimentaria y, sobre todo, en el tipo de alimentos que debemos producir y consumir como país. Otro actor fundamental es la Secretaría Nacional del Agua, porque hemos visto que uno de los determinantes sociales más importantes en el tema de desnutrición es la calidad del agua a la que acceden los ciudadanos. También se ha sumado el Ministerio del Deporte porque buscamos tener una política nacional que democratice el deporte para generar estilos de vida más activos.

Con respecto a la desnutrición, ¿qué factores inciden en esta problemática?
Actualmente la desnutrición crónica se mide en niños menores de 5 años que tienen una baja talla para su edad. Si hablamos de números o indicadores específicos, alrededor de 400 mil niños en Ecuador sufren de desnutrición crónica, por lo cual nuestro objetivo es incidir en este grupo.

¿Qué estudios se han realizado sobre desnutrición?
Se han procesado los últimos datos de la encuesta nacional ENSANUD-2012. Tenemos datos interesantes, por ejemplo que  alrededor del 6% de niños ya nace con bajo peso; esto es un factor determinante para la desnutrición crónica. Esta es una problemática que se pudiera resolver si hubieran mejores controles durante la etapa de embarazo o si se atendieran todos los partos de forma institucional, evitando problemas en la etapa prenatal.

Con esta iniciativa, ¿cuánta población se beneficia?
Estamos hablando de alrededor de 400 mil niños que sufren de desnutrición crónica, por lo cual nuestro objetivo es incidir en este grupo.


Según datos del Ministerio de Salud, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es del  29,9% en niños de entre  5 y 11 años. ¿Qué planes existen  para contrarrestar este problema?
Nos preocupa porque antes esto  no era un problema en el país. Hemos logrado un aporte importante  en términos de política social. Desde el Ministerio del Deporte se ha establecido una política que  promueva y  democratice la práctica del deporte en distintos espacios. Desde el Ministerio de Educación estamos  evaluando la posibilidad de  que se incorpore por lo menos una hora diaria de actividad física.  
Además, estamos haciendo una propuesta de actividades extracurriculares dirigidas a niños en edad escolar y  adolescentes.

¿Hay alguna propuesta específica de trabajo con los padres de familia con respecto a los hábitos alimenticios inadecuados?
 Es fundamental  y de hecho hay mucha evidencia científica y estudios de distintas políticas y programas que han funcionado en la región y en el mundo. En Brasil a mayor grado educativo de las madres hay menos problemas de desnutrición o mal nutrición.
Es importante entender que muchas veces se puede tener un niño desnutrido y obeso, con una doble problemática de desnutrición. Hemos ido migrando a hábitos de consumo por la propia dinámica de la vida de las personas: mamá y papá trabajan, no tienen tiempo de cocinar. Esto provoca que los niños coman cualquier tipo de comida, por lo general comida chatarra o que no necesariamente les dé los valores nutritivos que requieren para su desarrollo integral. Justamente vamos a promover una campaña intersectorial muy amplia que promueva una reflexión sobre los hábitos alimenticios y el control sobre los alimentos procesados. Es importante que la sociedad sepa lo que come.  

¿Cuál sería la lista de alimentos que se deberían consumir?
Hay listados de acuerdo con las distintas regiones y territorios del país. En la Sierra Centro hay muchos cereales que tienen un valor nutritivo importante, como la quinua, la cebada. Hay alimentos que se han dejado de consumir y que tienen muchísimo valor nutritivo como la oca, la mashua y los arándanos. Además, toda la variedad de frutas que tenemos en el país. De pronto, en nuestra dieta cotidiana, hemos dejado de consumir la diversidad de frutas que requeriría nuestro organismo para generar mayores defensas. Para las deficiencias de hierro están todos los alimentos verdes, como la espinaca y la acelga que nos aportan varios nutrientes que son importantes en el desarrollo infantil.

¿Es necesario especificar el balance calórico y presentar una campaña que explique cuántas calorías se consumen?
Sí, vamos a manejar una campaña. Por un lado habrá más regulaciones y controles, sobre todo, en los alimentos procesados, pero también en los alimentos preparados. Por ejemplo ahora se están haciendo inspecciones en los bares escolares. Hay la posibilidad de que un niño sepa comer bien y sepa qué efecto le provoca. Esto  implica una campaña educomunicacional dirigida a toda la población. Esta también implicaría trabajar con padres y  madres, pero también con los propios niños y  adolescentes para que vayan creando  conciencia sobre cómo alimentarse   mejor.

El gobierno ha anunciado que con la Ley de Comunicación se regulará la publicidad de los alimentos. ¿Cree que esta medida contribuirá a que las familias sepan alimentarse mejor?    
Sabemos de la potencialidad que tienen los distintos materiales comunicacionales que se venden cotidianamente. Creo que los esfuerzos que se hagan desde la Ley  de  Comunicación  y su Reglamento   son fundamentales para esos fines, pero no solo pasa por el control y la regulación a los espacios publicitarios sino por todo el material educomunicacional que podamos manejar con la sociedad para que    sepan cómo llevar estilos de vida más sanos. Si a un niño le venden todos los días la idea de que tiene que consumir ciertos productos con  alto contenido en azúcares, sales o calorías, eso no va de la mano con lo que queremos:  que consuma alimentos sanos.  

Ecuador se propone implementar políticas públicas frente a la desnutrición y obesidad. ¿Qué factores están considerados dentro de esa planificación?
Primero que se expone como una prioridad nacional  con las  metas y  objetivos nacionales  que tenemos en todos los instrumentos de planificación, es decir,  desde el Plan Nacional del Buen Vivir hasta las propias agendas zonales y sectoriales que estamos construyendo en este momento. Además, resaltar el esfuerzo que se ha hecho como gobierno para  tener una política nacional de carácter intersectorial.

¿Cuánto le costaría al Estado el tratamiento de enfermedades que son provocadas por la obesidad y mal nutrición como anemia, hipertensión, etc? ¿El Estado está preparado para enfrentar esto?
No sabría darle un costo exacto de cuánto nos cuesta como Estado intervenir en políticas curativas, pero sí sé que es mucho más barato trabajar en políticas preventivas. Por ejemplo, la principal causa de muerte en Ecuador en este momento es la diabetes que se genera por la malnutrición y por una vida con poca actividad física. Obviamente tratar la diabetes puede ser sumamente caro para el sistema de salud porque además es una enfermedad crónica degenerativa que va provocando insuficiencias que a la larga se transforman en un alto costo para el Estado. Ecuador apunta a un sistema de salud preventivo antes que curativo.

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