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Ecuador, 28 de Marzo de 2024
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El Telégrafo
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Ellas ensamblan, decoran y ejecutan instrumentos musicales ancestrales

Las seis adultas mayores ensayan la ejecución de los Instrumentos musicales de percusión -hechos en caña guadúa- bajo la dirección del maestro Schuberth Ganchozo (d) y la asistencia de Cecilia Ganchozo (atrás).
Las seis adultas mayores ensayan la ejecución de los Instrumentos musicales de percusión -hechos en caña guadúa- bajo la dirección del maestro Schuberth Ganchozo (d) y la asistencia de Cecilia Ganchozo (atrás).
Fotos: José Morán / EL TELÉGRAFO
31 de julio de 2018 - 00:00 - Marcia Andrade

Al ritmo del toc-toc que hacen sonar cuando golpean suavemente pequeños cilindros de caña guadúa con un par de palillos, seis adultas mayores inician su ensayo. Esto es parte del taller piloto de Ensamblaje y Acabados de Instrumentos Musicales en Bambú.

Lo hacen con ese elemento llamado toc-toc -porque toma el nombre del compás que emite- bajo la dirección del músico y luthier Schuberth Ganchozo, quien canta “Guayaquileño madera de guerrero”.

La timidez de las señoras se diluye y es reemplazada por el entusiasmo. Ya no solo ejecutan el toc-toc, también acompañan con sus voces la tradicional canción y siguen el compás con el sutil movimiento de sus cuerpos.

Toc-toc (primer plano) y marimbita (atrás), dos de los cuatro instrumentos musicales de percusión pintados por las adultas mayores.

La  práctica se repite con otras tres canciones que las damas  entonan, esta vez, con la ejecución del guasá, la marimbita y el güiro, respectivamente. Los 4 elementos de percusión, hechos con la caña guadúa, conforman un kit que pertenece a cada una.

La actividad se desarrolla en el Centro Gerontológico Municipal Dr. Arsenio de la Torre Marcillo y está a cargo del Instituto Superior Tecnológico de Artes del Ecuador (ITAE), como parte del programa de Vínculos con la Comunidad.

El folclorista que dirige la capacitación explica que esta labor tiene su antecedente hace 4 años, cuando empezó a dictar talleres de luthería para artesanos en la península de Santa Elena, tras las investigaciones que realizó sobre la música y los elementos constructivos artesanales ancestrales en las comunas.

“Quería demostrar que existe una continuidad musical de la cultura Guancavilca (Huancavilca 600 d.C. 1530 D.C.) que está vigente desde lo precolombino hasta lo contemporáneo. Eso es lo que llamamos el tonal Guancavilca. El propósito es refuncionalizar la música y los instrumentos ancestrales de las comunas de la península”.

Esas capacitaciones formaron a casi 30 artesanos de Olón, Libertador Bolívar, Manglaralto y Barcelona que fabrican las piezas musicales. “De ahí surge el vínculo entre las comunidades ancestrales Guancavilca con las urbanas de Guayaquil, que es la parte del proyecto que ahora hacemos”.

Esos componentes hechos con la materia prima nativa que es la caña guadúa (una especie de bambú), los sonidos y diseños fueron concebidos por los comuneros y llegaron a la urbe para desarrollar el proyecto piloto que interrelaciona  lo cultural con lo musical.

“Los instrumentos vinieron crudos para que las adultas mayores los intervengan y se apropien de ellos porque lo que necesitamos es que el Ecuador se adueñe de los conceptos de nuestra cultura Guancavilca”.

Con la guía de la artista  visual y escultora, Mónica Ganchozo, las señoras los decoraron con símbolos y colores que identifican a ese pueblo y que resaltan elementos de la naturaleza.

Grace Cereceda de Cabanilla afirma que nunca había tocado un instrumento musical. “Aquí he aprendido. Mientras pulía y pintaba, el guasá me conquistó por su sonido que va desde el susurro de una lluvia fina, a una gota gruesa y a una cascada. De pronto el toc-toc había unido mis manos y mi cuerpo a su ritmo”.

Ella tiene claro que esos elementos nos llevan a nuestra historia. “La caña guadúa está identificada con el costeño, con su naturaleza. Esa es nuestra identidad y ritmo natural”.

Norma Galárraga Arboleda destacó la importancia del taller “por la difusión de nuestras raíces” y expresó su satisfacción por haber encontrado a Ganchozo, su exalumno universitario, hoy como su capacitador en este proyecto.

El propósito de este plan piloto, señala el maestro, es  formar escuelas para “seguir   dándole a nuestra cultura la posibilidad de posicionarse en la globalización con nuestra propia historia, música e instrumentos”.

Por eso prevé llegar a las unidades educativas con una metodología apropiada para niños y adolescentes. Para suministrar los instrumentos están los artesanos calificados de  las comunas porque se trata de que la cultura sea la fuente de la  vida no solo espiritual, sino también económica”. Con ellos, Ganchozo prevé crear la Guancavilca Orquesta de Percusiones (Guaope), integrada por cerca de 120 músicos peninsulares que toquen sus instrumentos de caña guadúa   con su propio repertorio.

Mientras, las adultas mayores siguen su ensayo para llevar el ritmo ancestral a una presentación que realizarán por la clausura del taller, el próximo 9 de agosto, en el centro gerontológico. (I) 

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