Desde este mes hasta septiembre del 2014, Ecuador será el representante de la terna (“troika”) formada también por Colombia y Perú en el Fondo Verde Climático (FVC), un mecanismo financiero que nació con el propósito de sustentar proyectos de naciones en desarrollo para enfrentar los cambios ambientales.

Esta medida, que se creó en la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas (COP), tiene como meta ayudar a los países menos favorecidos a paliar las dificultades que implican los cambios en los ecosistemas. “Es importante el compromiso de la COP de que los países del primer mundo provean a estos estados de 100 mil millones de dólares anuales hasta el 2020 para aplicar acciones preventivas”, sostuvo Mónica Hidalgo, viceministra del Ambiente.

DATOS

El Fondo Verde Climático (FVC) fue propuesto en 2009 en la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Copenhague (Dinamarca), y aprobado en 2010, en las reuniones de la COP, en Cancún (México).  

La troika es un término ruso que se refiere a agrupar tres unidades, en este caso, tres países. Esta clasificación por ternas se aplicó con todos los países de la COP, que son alrededor de 194.Para algunos especialistas en el tema ecológico como Verónica Arias, presidenta del Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental (CEDA), la relevancia de la participación del país en esta agrupación radica en la posibilidad del manejo de los recursos por parte de la “troika”. “El nuevo cargo de Ecuador es importante porque puede influir en las decisiones políticas sobre a dónde se redireccionarán esos recursos que normalmente han sido manejados por los países desarrollados, pero que son los que tienen más culpabilidad frente al cambio climático. Además, el país podrá posicionar algunas de sus iniciativas”, indicó la titular del CEDA.

Daniel Ortega, director de Ambiente y Cambio Climático de la Cancillería del Ecuador, sostuvo que lo importante de este evento es que los países que sufren daños por mayores impactos ambientales son quienes han presentado planes de trabajo. “Los países afectados por las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera son los que presentan ahora propuestas ya que en el pasado no hubo un verdadero compromiso por parte de las economías desarrolladas de la COP, causantes de este problema y ahora es la oportunidad para que esto suceda”.

La viceministra señaló que cuando se habla de un monto elevado como el que manejará la COP, se debe explicar al organismo cómo se verificará que el efectivo destinado a cada proyecto sea utilizado correctamente. Esta planificación se presentará en septiembre durante la próxima reunión del FVC, en París, para tratar los temas económicos.

Según la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), algunos aspectos del modelo de negocio que discutirán los representantes en el FVC son los indicadores de rendimiento, su estructura, los instrumentos financieros, facilidades para el sector privado y el acceso al financiamiento para los países miembros.

“Uno de los temas en los que queremos aplicar el financiamiento es el agua. ¿Qué pasará de aquí a 15 años? Tomando en cuenta que el próximo año inauguraremos hidroeléctricas, necesitamos investigar cómo se comportarán los recursos hídricos frente a los cambios ambientales, así como el tema referente a la industria minera”, dijo Hidalgo.

El análisis de la vulnerabilidad del suelo y del aire  dependiendo de la región del territorio nacional es otro de los objetivos de remediación en los que el país trabajará. “En la Costa se producen inundaciones producto de lluvias prolongadas; una medida de mitigación sería construir muros de contención en las márgenes de los ríos de esta región, pero una acción de adaptación es repoblar las orillas con manglares. El costo es menor en su implementación y es una acción natural, por lo que el impacto es mínimo”, dijo la experta.

Hidalgo explicó que aunque se apliquen medidas preventivas y correctivas con el financiamiento del FVC, el país se orientará en el desarrollo de un modelo de negocio que respete a la naturaleza y aporte en la economía de los habitantes.

"Todo lo que es biodiversidad garantiza un desarrollo sustentable, pero siempre hay que manejar la perspectiva de integralidad, es decir, que ahora se incluye a las personas y la economía y este enfoque queremos fortalecer”, afirmó Hidalgo.

Ortega señaló que el FVC no solo beneficiará a las poblaciones más vulnerables a los efectos del cambio climático en el país sino a toda la región. “Este fenómeno ha afectado a Latinoamérica y el Caribe, y todos los efectos nocivos de este cambio ambiental pueden costar alrededor del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, de aquí hasta el 2100. Como un ejemplo, el cambio climático puede elevar 50 centímetros el nivel del mar en nuestras costas, lo que afectaría a casi 31 países de la región”, concluyó.