La lista gris precisó que en  Ecuador hay 682 especies introducidas e invasoras.

Este análisis, elaborado por un grupo internacional de investigadores, es el más completo desarrollado en el país en los últimos años.

 Según la lista, 500 son plantas y el resto animales que llegaron de forma accidental o deliberada a través de las actividades humanas.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estableció que dichos ejemplares constituyen la segunda causa de amenaza y extinción de espacios silvestres a nivel mundial, tras la pérdida del hábitat.

Ileana Herrera, docente de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo e investigadora asociada del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), contó que el 10% representa un problema serio para la biodiversidad del territorio nacional. Ella recomendó conocerlo para poder actuar y controlar.

Antecedente

Un estudio desarrollado por el Ministerio del Ambiente (MAE) en 2015 estableció que en ese año existían 37 especies exóticas.

El caracol africano, por ejemplo, estaba en 10 áreas protegidas del continente y en solo dos había control y gestión del Ministerio de Agricultura y Agrocalidad.

Esta es una de las especies que en Galápagos es parte del Fondo para el Control de especies Invasoras al igual que la mosca de la fruta y la mora.

Precisamente, esta región es la que tiene más estudios. En febrero de este año presentó el Atlas de Galápagos, el cual determina que ahí existen 1.759 especies terrestres y marinas  introducidas.

Para combatirlas se diseñó el Plan de Manejo de Especies Invasoras, que busca reducir  el ingreso accidental e intencional de estas especies.

La situación continental
La lista gris determinó que entre las especies que más daño provocan en la zona continental está la rana toro.

El anfibio, nativo de Estados Unidos, alcanza más de 20 centímetros de longitud por lo que sus ancas son apetecidas en la gastronomía.

Según la ambientalista Silvia Sánchez, este vertebrado es un depredador tope que se come a otros anfibios y  vertebrados más pequeños.

“Es portador de una enfermedad para otros anfibios, ya que transmite patógenos como el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, cuya infección puede resultar mortal para otras especies y que constituye una de las principales amenazas”.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) indicó que el ejemplar es capaz de diseminar el hongo patógeno sin afectarse.

Esas son parte de las razones que llevaron al MAE a implementar el Plan de Acción Decenal para la prevención, manejo y control de las especies exóticas en Ecuador Continental.

El Plan incluye siete líneas de acción interinstitucional e investigación.

El Código del Ambiente prohíbe la introducción de especies exóticas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, siendo excepcional su uso como control biológico previamente justificado y probado por herramientas científicas y técnicas. (I)