Uno de los saberes ancestrales más significativos de la cosmovisión indígena, el calendario andino ecuatorial,  se implementa por primera vez en el sistema educativo.

Álvaro Sáenz, viceministro de Educación, explicó que el anuario andino es un instrumento de orientación temporal, espacial y astronómica que permite valorar el entorno geográfico y cultural de los pueblos y nacionalidades de la serranía ecuatoriana.

El anuncio de la implementación se realizó en la Unidad Educativa Réplica Montúfar, en la parroquia Calderón. Como parte del evento, un grupo de estudiantes formó una chacana (cruz andina) con frutas, granos y flores.

Sáenz destacó que la importancia de la chacana radica en el orden que le da al tiempo. La comprensión del trayecto de las sombras, proyectadas por el sol sobre el trazado de la chacana o cruz andina, brinda un amplio abanico de posibilidades pedagógicas, que se han contemplado en el currículo educativo.

A través de esta herramienta, los estudiantes podrán adquirir conocimientos en estudios sociales y ciencias exactas. Está previsto que, para este año, las instituciones educativas cuenten  con una guía pedagógica para implementar este saber ancestral de forma permanente en las actividades escolares.

Fander Falconí, titular de la cartera de Estado, destacó la sabiduría ancestral de los pueblos originarios de Ecuador, quienes lograron fijar la posición de la línea equinoccial, solamente con la observación.

“Este acto nos llena de orgullo por la simbiosis entre el conocimiento científico, ancestral y el conocimiento moderno”. Asimismo, manifestó su voluntad política de impulsar una educación del siglo XXI que se enriquezca con la diversidad cultural.

La integración de este instrumento es una de las acciones que apuntalan al Plan Nacional de Fortalecimiento de la Educación Intercultural Bilingüe, oficializado en Saraguro el 17 de octubre de 2017. La estrategia pretende generar el estudio de los saberes ancestrales de los pueblos y nacionalidades en la comunidad educativa. (I)