Manuela Espejo inició con ayudas técnicas, prótesis, viviendas y el bono Joaquín Gallegos Lara. Este último es un programa que busca asegurar la atención de personas con discapacidad severa en su propio hogar. La misión continuó con el programa de prevención “Con pie derecho. La huella del futuro”. Hasta el momento se ha evitado que 58 niños desarrollen discapacidad intelectual, a través del tamizaje neonatal aplicado a 191.000 recién nacidos en el país.

Ecuador cambió la historia de estas personas e incluso logró contagiar a naciones hermanas. Manuela Espejo ha llegado a Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Haití, Paraguay, Perú y Uruguay, donde los lazos de cooperación se han estrechado con miras a una región más comprometida por la integración de las personas con discapacidad.

A nivel iberoamericano, se declaró en la Cumbre de Cádiz a 2013 como el año de la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Esta iniciativa fue promovida por el vicepresidente Lenín Moreno en un primer encuentro con la Secretaría General Iberoamericana, a la que se sumaron 12 países de la región, que firmaron un acuerdo en Galápagos.

Conscientes de que la educación es el primer paso para exigir otros derechos, se emprendió también un programa de inclusión educativa dirigido a alumnos con discapacidad auditiva y visual. Asimismo, las Ferias Lúdicas, el Circo Social, la obra “Sueños” ya son parte  de la vida de muchos niños y adolescentes.

El mayor logro no son los números ni las estadísticas, sino el resultado de una sociedad más consciente y comprometida con estas personas. Todavía queda mucho por hacer... el deber ahora es continuar.