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Campaña Da Dignidad redujo en un 80% la mendicidad en el país

La campaña Da Dignidad busca reducir mendicidad en el país. Foto: Twitter MIES
La campaña Da Dignidad busca reducir mendicidad en el país. Foto: Twitter MIES
18 de noviembre de 2015 - 12:46

En 5 años de vigencia de la campaña Da Dignidad, según el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), la mendicidad se redujo en un 80% a nivel nacional.

Este programa, que era específicamente para la época navideña, pasó a convertirse en política de Estado y se intensifica en los meses de noviembre y diciembre.

"Queremos concientizar una vez más a las personas para que no den juguetes o algún otro artículo en las calles, sino que los redireccionen a nuestros puntos Da Dignidad que están en las distintas oficinas del MIES", indicó la ministra de Inclusión, Betty Tola.

El trabajo que el MIES desarrollará en estos meses está, además, direccionado a los sectores desde donde provienen los niños y sus familias para llegar a Quito por ejemplo, como son las provincias de Chimborazo y Cotopaxi.

"Vamos a ir a las comunidades para que las familias tengan ocupaciones en sus lugares de origen y no migren sobre todo en esta época de navidad", reiteró Tola.

En esta tarea también habrá la colaboración de la Policía para la identificación de mafias que se dedican a la trata de personas.

Reducción de trabajo infantil

Como parte de la política de atención social, de forma simbólica hoy varias familias entregaron el cajón de betunero de sus hijos a cambio de una mochila escolar.

Uno de ellos fue Juan Cuyo, de la parroquia Guangaje en Cotopaxi, quien decidió que su hijo José de 13 años se dedique totalmente a los estudios y no venga en vacaciones a laborar en Quito como lustrabotas, tal como él lo hace.

"Yo no quiero que él sufra lo que yo he pasado por no tener estudios. Quiero que sea alguien en la vida y continúe con sus estudios en el campo", contó Cuyo de 25 años, quien visita y deja el dinero que obtiene en su trabajo ambulante cada 3 semanas. Ahí aprovecha para disfrutar de la compañía de sus dos hijos y su esposa que se dedica a la agricultura para consumo propio.

"Ellos no pueden venir acá porque lo que gano no alcanza para arrendar, por eso ellos están en el campo y yo les visito. Quiero que mi hijo algún día pueda ser policía". (I)

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