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El Indot contabiliza 295 trasplantes en ecuador este año

62 donantes salvan vidas de ecuatorianos en 2015

B. León sufría de insuficiencia renal terminal. La joven dijo que retomará los deportes y sus estudios. Cortesía
B. León sufría de insuficiencia renal terminal. La joven dijo que retomará los deportes y sus estudios. Cortesía
18 de diciembre de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Luego de pasar una semana de la operación, que le permitirá no volver a someterse al tratamiento de hemodiálisis por su insuficiencia renal, B. León está feliz. La joven de 20 años recibió el trasplante de riñón número 100 realizado en el hospital Luis Vernaza de Guayaquil. Ella apretaba la mano de su madre, a quien miraba mientras relataba que ahora podrá practicar básquet y el fútbol, sus deportes favoritos.

“Ya no me voy agitar como antes. Tampoco tendré que aguantar más pinchazos”. Hace año y medio la joven debía recibir 4 horas de hemodiálisis 3 veces a la semana.

Su madre dijo que el ingreso al hospital fue a través del Ministerio de Salud Pública. “Estoy agradecida porque este es un regalo navideño. Además, agradezco a este Gobierno por hacer realidad esto”.

En el país el riñón es el segundo órgano más trasplantado. Según estadísticas del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot), en 2015 se efectuaron 295 operaciones de este tipo, 106 son renales y con donante cadavérico. Una cifra mayor a los 82 registrados en 2014.

Los hospitales Eugenio Espejo de Quito (26); Carlos Andrade Marín (29); Fuerzas Armadas (11); Metropolitano (7), José Carrasco Arteaga de Cuenca (9) y Luis Vernaza (24) han realizado las operaciones. El aumento se relaciona con el crecimiento de donantes: 62 versus los 50 que hubo en 2014.

María Candela Ceballos, jefa de la Unidad de Trasplantes de Órganos y Tejidos del hospital Vernaza, asegura que la cultura de donación de órganos ha ido mejorando con el transcurrir de los años, pero todavía no alcanza para cubrir las necesidades.

Reconoce que llegar a los 100 trasplantes, entre ellos el de B. León, es un orgullo que los alienta a continuar. Incluso, esa misma semana tuvieron otro trasplante renal que salvó la vida de un joven de 36 años. El año pasado efectuaron 17 trasplantes de este órgano y este año fueron 27. Indica que en la lista de espera por un trasplante de riñón hay casi 300 personas.

Una vida con límites y pinchazos

Hace 3 años Silvano Chillambo, de 53 años, acude a un centro especializado para hacerse hemodiálisis. En 2009 le detectaron insuficiencia renal. Además, es diabético.

Chillambo cuenta que los insoportables dolores de cabeza que padecía lo llevaron a entrar en coma. No sabía que era hipertenso y a raíz de eso fue que empezaron a deteriorarse sus riñones.

Este año empezó el proceso para ser candidato de un trasplante. “Es una vida complicada. Hay ciertos alimentos que no puedo comer. Para mí, los días que tengo la hemodiálisis son una pesadilla, porque debo pasar 4 horas con agujas, acostado en un sillón”.

La especialista Ceballos explica que la presión arterial y la diabetes son dos de las principales causas de insuficiencia renal.

¿Pero puede ser prevenible? La experta asegura que sí. La mayoría de enfermedades que conllevan limitaciones orgánicas terminales son prevenibles. “Llegar a una insuficiencia renal se puede evitar y no llegar a esta instancia de tener tantos pacientes en hemodiálisis que son alrededor de 10.000 en el país, que quizás sean más y no sepan que necesitan este tratamiento”.

Por esa razón, ahora que están cerca las fiestas de Navidad y Fin de Año, Ceballos aconseja no extralimitarse en el consumo de azúcares y grasas. “Hay que tratar de cuidarse para no tener que llegar a un trasplante, que es algo muy complejo y difícil de acceder por la falta de donantes”.

También hay casos que se originan desde el nacimiento, como el caso de B. León, quien desde los 11 años empezó a sufrir de insuficiencia renal. “Esto es algo que sucede frecuentemente en los chicos. Ella tuvo un desmayo en el colegio y luego de varios exámenes le detectaron que tenía una enfermedad en el riñón que fue avanzando hasta convertirse en insuficiencia renal terminal”.

Ahora, con el trasplante, B. León dejará en el pasado la diálisis peritoneal a la que tuvo que someterse durante 5 años. Estos tratamientos la alejaron de sus estudios secundarios, que aún no ha podido culminar. La joven está llena de aspiraciones, como seguir la carrera de comunicación social. (I)

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