Luego de someterse a una cesárea, Gloria Pérez Solórzano tuvo a su hijo Andrés. El parto fue en el hospital Verdi Cevallos, de Portoviejo, en Manabí. Cuando la madre primeriza despertó, intentó alimentar a su bebé con su leche materna, pero este proceso natural no pudo desarrollarse debido a que el niño no quiso tomar.
Gloria recuerda que después de esta experiencia se sintió frustrada y que, pese a la felicidad de tener a su hijo con ella, le entristeció no poder amamantarlo como ella lo planificó. Ante la negativa de su hijo de recibir la leche materna no tuvo otra opción que darle leche de fórmula para que su pequeño no sufra al no recibir alimento.

“Mi preocupación estaba latente; conocía que en el hospital Verdi Cevallos existe el Banco de Leche Humana, en el que hay personal capacitado para estos casos. Fue mi mejor decisión, ya que en esta casa de salud me ayudaron y me explicaron sobre técnicas de amamantamiento, así mi hijo logró, con estimulación, alimentarse con leche materna”, dice la progenitora.

Cruz Cadena, médica responsable del Banco de Leche Humana de la casa de salud, explica que estos casos se presentan casi a diario. “Junto al personal del área trabajamos dando consejería, técnicas y demás información necesaria para que puedan realizar este proceso”.

La leche materna es oro para nuestros hijos, añade la especialista; es el regalo más importante que podemos darles. “Al banco de leche de este hospital llegan muchas madres con similares inconvenientes, pero siempre existe la solución para esta situación y los bebés terminan siendo amamantados por sus madres”.

Sin embargo, la doctora Cadena agrega que también existen casos con excepciones, es decir, madres con alguna enfermedad o que fallecen durante el parto; es aquí donde el área brinda el alimento al bebé que lo necesita. “En esas situaciones es cuando con mayor fuerza se activa el banco de leche, cumpliendo con uno de los objetivos principales que es alimentar a los niños. En lo que va de 2015, en el hospital Verdi Cevallos, un total de 248 recién nacidos ha recibido este tipo de ayuda”.

Rafael Sebastián es uno de los beneficiarios de este banco de leche. Él nació prematuro; a sus 33 semanas de vida tuvo que ser ingresado al área de neonatología en una termocuna que lo ayudaba a cumplir el tiempo necesario para salir de peligro. Ante su pronta llegada, su madre, Gema Cedeño García, dice que luego de un mes de que su hijo naciera se sintió satisfecha de poder darle de lactar.

“Casi un mes después de su nacimiento, a sus 37 semanas, pude por fin tenerlo más cerca de mí, abrazarlo y tenernos piel con piel. Para mí es uno de los momentos más hermosos junto a mi hijo; la lactancia materna es la demostración más grande de amor que podemos tener con nuestros hijos”, cuenta Cedeño.

La médica explica que el apoyo de las madres de familia que deciden donar su leche para ayudar a los bebés que lo necesitan es primordial para el mantenimiento del Banco de Leche. “Si no existieran las madres donadoras, esta labor de salvar vidas o ayudar a que los recién nacidos logren alimentarse con leche materna no sería posible”.

Desde enero hasta agosto de 2015, según el registro del área, 401 madres se acercaron a donar su leche materna para poder ayudar a los niños y niñas recién nacidos. En el mismo período se realizaron 2.247 atenciones de forma directa.

De acuerdo con Ana Lucía González, nutricionista del hospital, en el Banco de Leche Humana, ante la responsabilidad de tener en las manos también la vida de los bebés, se toman las precauciones necesarias para que la leche que se les dé sea la más óptima y saludable. Por eso uno de los requisitos es someterse a exámenes previos.

La nutricionista explica que la leche donada es procesada y pasteurizada para alimentar a los niños con necesidades especiales. Actualmente el banco cuenta con un promedio de 45 a 50 donantes, lo que permite que se brinde atención a los bebés de áreas como neonatología, unidad de cuidados intensivos pediátricos y hospitalización pediátrica. El hospital Verdi Cevallos forma parte de los siete que cuentan con bancos de leche y que funcionan desde marzo de 2013.

En 2007 se tomó como objetivo crear el primer Banco de Leche del Ecuador, para lo cual se contactó a un grupo de especialistas de Brasil para dar inicio a la capacitación del personal del primer Banco de Leche de Ecuador en el hospital gineco-obstétrico Isidro Ayora. Durante 2007 se creó la guía de procesos del hospital adaptada a la realidad ecuatoriana, que hoy es la norma nacional para los bancos de leche. Se obtuvieron 21 litros de leche pasteurizada extraída manualmente y más de 200 madres recibieron consejería personalizada y en grupos pequeños de 3 a 12 mujeres. El primer niño en recibirla mostró los resultados favorables que se esperaban.

En 2014, en el Banco de Leche del hospital gineco-obstétrico Isidro Ayora, se han producido 1.732 litros de leche pasteurizada y 20.758 atenciones. A partir de ahí se han creado otros centros ubicados en el Hospital General Docente de Riobamba, en el Hospital General Docente de Ambato, en la maternidad Mariana de Jesús de Guayaquil, en el hospital Vicente Corral de Cuenca y en el Hospital Martín Icaza de Babahoyo. (I)