Un parque de calistenia se levanta sobre la playa en Murciélago de Manta. Al sitio  concurren personas de 12 años en adelante, ellos  apuestan por un sistema de entrenamiento donde solo necesitan el peso de su cuerpo.

Tres estructuras comprenden el parque calisténico: uno para circuitos, otro para profesionales y el tercero es inclusivo. Este último es subutilizado por la falta de difusión, es ideal para fisioterapias.

Y es que al caer la tarde el sitio es idóneo para  aquellos que buscan un sano esparcimiento frente al mar y de bajo costo. Oficinistas, estudiantes, damas, adolescentes  se vuelcan a ejercer este entrenamiento focalizado de movimientos, que con el ejercicio continuo, les da fuerza, flexibilidad, agilidad y potencia muscular.

Nataly Menéndez y María Laura Briones, de 19 y 18 respectivamente, acuden a ejercitarse pasando un día, e indican que a más de fortalecer sus músculos, queman grasa y las hace diferentes por cuanto la calistenia no cualquiera lo practica. 

María Laura, sugiere que el lugar para estas rutinas calisténicas tenga mejor iluminación para las prácticas nocturnas, por la falta de claridad no se pueden quedar por las noches

Entre piruetas y trucos

Un “360 swing” que es un giro completo que termina en un  agarre de  la barra. Un show de piruetas trabajando con la gravedad, que lo mantiene suspendido en  el aire por fracciones de segundo, es así como  Fabián Pilozo, quien tiene 26 años y práctica la calistenia desde hace dos, disfruta este deporte. “Concurro a este parque tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes entre las 4 de la tarde hasta las 8 de la noche. Este deporte me hace sentir bien, tanto corporal como mentalmente.” (I)