Lucía Ochoa instaló su carpa junto a los exteriores de la casa parroquial de Cazaderos. Llegó con su familia desde Loja atraída por el fenómeno natural que se da cada inicio de año, como es el florecimiento de los guayacanes en Mangahurco, provincia de Loja.

“Estoy totalmente admirada del paisaje, sobre todo del proceso de florecimiento; es algo hermoso lo que hay en nuestro país”, dijo.

Eugenio Hidalgo, militar nacido en Cazaderos, dijo que le enorgullece retornar a su tierra y observar que la mayoría de sus habitantes se benefician de la presencia de turistas. “Es necesario mejorar los servicios básicos”, manifestó.

Marcial Rueda, nativo del lugar, sostuvo que hace tres años el Ministerio de Turismo comenzó a promocionar el florecimiento de los árboles a nivel nacional. Al inicio, afirmó, se realizaban actividades solo en la parroquia Mangahurco, pero actualmente se sumaron las jurisdicciones Bolaspamba y Cazaderos con grandes cantidades de esta vegetación. “Pido a las autoridades que impulsen la construcción de cabañas y miradores”.

En la asociación de mujeres Rosita Montoya, de Cazaderos, se organizaron para el florecimiento en diferentes ámbitos como la preparación de la comida tradicional, readecuación de baterías sanitarias, atención al cliente y servicio de posada. Yohanny Rueda, dirigente del gremio, confesó que se hizo todo lo posible para ofrecer una adecuada atención a los visitantes.

Vicente Solórzano, director ejecutivo de la Mancomunidad del Bosque Seco de cinco cantones occidentales de la provincia de Loja, puntualizó que se coordinó con autoridades y la comunidad para el desarrollo de actividades como cabalgatas, ciclopaseos, intervenciones artísticas, exposiciones fotográficas e inauguraciones de casas patrimoniales. “Esperemos superar inconvenientes en el acceso vial, servicios básicos, señalética y hospedaje”, precisó.

Renzo Paladínez, presidente de la fundación Naturaleza y Cultura Internacional, sostuvo que el guayacán es una planta conocida en el país, caracterizada por su resistencia y su estética. El árbol es usado para pisos y gradas en las viviendas. Cuatro fábricas explotaban los troncos en los años 70, pero ahora rige una veda.