Para el segundo semestre de 2015, la capital azuaya contará con su propia planta de esterilización de desechos infecciosos.

Actualmente, en un espacio aproximado de 1.000 m², cerca al relleno sanitario de Pichacay (parroquia Santa Ana), se está construyendo esta procesadora que evitará la contaminación ambiental y de las personas por el mal uso de residuos.

Andrea Arteaga, gerenta de la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca (EMAC), manifestó que el objetivo de este proyecto es, además de cumplir con las normas de cuidado del ecosistema, generar un ahorro a la institución.

Explicó que contar con esta planta permitirá a la entidad suprimir el gasto de $ 337.700, cada 9 meses, en el proceso de desinfección que efectúa en estos momentos una empresa privada asentada en el cantón Nobol, de la provincia del Guayas.

Además, se reducirá la inversión de $ 130.506, cada 2 años, por la transportación de la basura en camiones de otra entidad privada.

El monto destinado para la edificación de esta planta es de $ 1’476.000, el cual se obtuvo mediante un crédito del Banco del Estado.

“Lo importante de esto es que seríamos la única empresa pública en el país que tiene licencia ambiental para aplicar las obras de estas plantas”, puntualizó.

Este plan tiene una visión amplia, sostuvo, pues no solamente permitiría la fumigación de los desperdicios que se generan en la localidad, sino los de otros cantones de la región.

“Diariamente, en Cuenca, se producen alrededor de 1.600 kg de basura infecciosa. Esta cantidad se obtiene de unos 1.400 centros de salud que atienden en distintas zonas, informó Arteaga.

Proceso

Son 3 pasos los que se deben seguir para esterilizar los desechos y calificarlos como no peligrosos.

El primero es la recolección y transporte en un furgón cerrado con pared de poliuretano y todas las normas de seguridad, como refrigeración y piso con canaletas periféricas, para evitar que los líquidos caigan a las calles.

Una vez acumulada, la basura es trasladada hacia la planta de esterilización, en donde se somete a temperaturas altas y presión para eliminar los microorganismos patógenos.

“Una vez concluido el tratamiento, estos residuos se consideran como no peligrosos, es decir, como comunes”, mencionó Fernando Muñoz, técnico de la EMAC.

En el último paso, son llevados a un relleno sanitario donde se mantienen sin causar peligro de contaminación.

Registro de generadores

Arteaga exhortó a los dueños de peluquerías, centros para tatuarse y demás negocios que sean generadores de estos materiales a que se registren en la empresa y cancelen los valores que se requieren por los servicios.

“Pensamos incrementar las personas inscritas porque esto no es opcional, sino obligatorio”, afirmó la titular de la entidad municipal.

Manifestó que en estos días se están evaluando algunas acciones administrativas que se podrían aplicar en caso de que la gente no dé un correcto tratamiento a estos desperdicios.