Al menos unos 3 mil comerciantes del denominado “Mercado Central” de Machala siguen expendiendo sus productos en medio de la insalubridad que existe en las calles Pasaje, Olmedo, Sucre y Páez.  

Los vendedores han invadido los parterres, esquinas y una parte de las vías para ofrecer sus productos.

La carne de res, cerdo, los pollos y embutidos cuelgan de ganchos de hierro oxidados en mostradores de madera sin pintura y junto a charcos de agua putrefacta. Igual ocurre con otros alimentos perecibles como el queso y el maní.

Pero no solamente  la venta de cárnicos y derivados de lácteos es un problema, pues los mariscos también se ofrecen  en malas condiciones.

Pescados, camarones, calamares y otros son puestos en tinas o lavacaras con agua maloliente.

Limones, naranjas, mandarinas, plátano verde y maduro, papayas y yuca son colocados sin el menor cuidado en  aceras, calles sucias y cerca de excrementos de perros y ratas que proliferan especialmente en las noches.

Javier Laínez, dirigente de la asociación de mariscos 8 de Octubre, manifestó que desde hace años trabajan en la vía pública porque aún no existe un lugar a donde puedan ir. Aseguró que le han pedido al Municipio que construya un megamercado que abarque a todos.

Añadió que han planteado como alternativa  el antiguo aeropuerto Manuel Serrano, que tiene 20 hectáreas. “Tranquilamente se ocuparían cinco hectáreas en la construcción de un gran centro de abastos”, aseveró.

Desde el Departamento de Vía Pública del Municipio  se conoció que están dialogando con los vendedores de mariscos que se ubican en la calle Páez para trasladarlos al nuevo mercado en la ciudadela Buenos Aires, el cual será inaugurado en los próximos meses.

Sin embargo, estos últimos advierten que si no se van todos, no se irá nadie.  “No se puede quedar ningún comerciante de productos del mar en esta calle, porque si permanece alguno nos daña el negocio”, dijo Laínez. Mientras, en la Comisaría Provincial de Salud aseguran que tienen listo un plan de abatización y desratización.

Empero técnicos de la entidad señalan que aún no se lo puede implementar porque las calles no están en buenas condiciones y eso le corresponde al cabildo. Desde la institución municipal responsabilizan del desorden y la suciedad a la Comisaría de Salud.

Luis Alberto Morocho, jefe de Vía Publica, manifestó que en reiteradas ocasiones ha solicitado a los comisarios coordinar acciones para exigir que mejoren las condiciones de expendio, pero no ha habido respuesta. “Nosotros no podemos incautar los productos porque estén contaminados o se expendan en malas condiciones, pues la ley nos lo prohíbe”, dice el funcionario.

“Vea, esto es una vergüenza. Aquí tenemos los productos en refrigeración y cada vez que les coge la gana, vienen y exigen cantidad de permisos. Pero a los que no pagan bomberos, impuestos, patentes y venden en medio de la suciedad, nada les dicen”, manifiesta José Cruz, quien tiene su local en la calle Olmedo.

Morocho acotó que iniciarán una campaña para que los comerciantes obtengan su tarjeta de salud, aclaró que ésta no es un permiso de salud ni de trabajo.