Conocido como “el sector del camal”, los moradores de esta zona, compuesta por unas 80 familias, desde hace aproximadamente ocho años decidieron identificarse como el barrio Corazón de Jesús.

Con el fin de tener legitimidad y legalidad para solicitar obras municipales y, además, para identificarse con sus vecinos de La Compañía o Patamarca que están cerca.

El lugar tiene más de 30 años edificado y está ubicado al noroeste de Cuenca, en la parroquia Hermano Miguel, en los alrededores del camal y del Hospital Municipal del Niño y la Mujer.

Sus habitantes han soportado fuertes olores, intenso tráfico vehicular y excremento de los animales en las vías, especialmente, los jueves de cada semana con la denominada feria de ganado.

“Existen fricciones entre la Empresa Pública Municipal de Servicios de Rastro y Plaza de Ganado, y el vecindario, porque los jueves no podemos vivir. No podemos ocupar las vías, no podemos salir de nuestras viviendas, todo es un caos”, manifestó Rodrigo Quinde, presidente del barrio.

Según el dirigente, en la última auditoría realizada al centro de faenamiento se determinó que a la feria ingresan 1.800 vehículos, se instalan 500 comerciantes y se expenden alrededor de 3.000 animales, entre chanchos, reses, borregos y otros. A ello, se suman las ventas informales que ocupan la vía principal.

Actualmente, los comerciantes de las asociaciones San Valentín, 25 de Marzo y Río Machángara, que suman 500 vendedores, repletan la plataforma del sector. Lo que ha provocado que la misma feria se extienda a sus alrededores.

Por lo que es común la comercialización de los animales en la misma vía principal.

“No hay espacio. Esta feria es más grande que el mercado 9 de Octubre y si fuera un argumento lógico también se deberían vender animales allá de esta misma forma”, indicó Quinde.

Agregó que los días en que más animales se faenan son los lunes cuando no hay feria y los jueves.

“Es decir, para que el jueves se faene la misma cantidad de reses no es necesario la feria”, indicó.

La única solución que dan los moradores, luego del colapso del espacio, es que se retiren todos los comerciantes y el sitio dedicado al desposte.

Fabiola Contreras, secretaria de la Asociación San Valentín, indicó que actualmente no hay problemas de insalubridad.

“Antes teníamos inconvenientes con los moradores por la basura de la feria, pero nosotros pagamos para que al terminar las labores dejen limpia la plataforma”, acotó.

De su lado, Patricio Luzuriaga, director del Consejo de Salud de Cuenca y director de la casa del hospital del sector, mencionó que es imposible transitar los días jueves por la gran cantidad de comerciantes de ganado.

A pesar del fuerte olor en el ambiente, el galeno considera que es tolerable, pero no así el caos vehicular, por lo que solicitó que los vehículos que transportan los restos orgánicos utilicen otra ruta.

Mientras que, Teodoro Marín, gerente de la Empresa Municipal de Rastro y Plaza de Ganado, explicó que en el camal hay saturación porque se faenan alrededor de 6.200 bovinos y 3.800 porcinos al mes.

Considera que la única solución es que el centro sea reubicado, asunto que ya se planifica en la Municipalidad. (DV)