Los dirigentes campesinos han reclamado insistentemente por la supuesta falta de entrega de créditos, por parte del Banco Nacional de Fomento (BNF), para reactivar el agro, luego de la fuerte temporada invernal que vivió el país en los primeros meses del año.

Ante aquello, la gerenta de la entidad, Alexandra Granda, indicó que en el presupuesto de este año hay 808 millones de dólares que entregarán para créditos productivos, de los cuales el 70% se destinará a la agricultura. “Eso significa que hasta fines de año podemos entregar 565 millones de dólares. Desde marzo hasta la fecha ya hemos prestado 180 millones de dólares”.

Si en el primer trimestre del año la cifra para otorgar créditos no es alta, es porque el BNF, desde octubre de 2011, trabaja en un nuevo modelo de entrega de créditos, los cuales estaban paralizados desde diciembre hasta febrero, acotó la funcionaria.

Es un modelo que busca eliminar la coima, los tramitadores, la injerencia de los gerentes de las regionales para decidir a quién prestar y a quién no, cumpliendo determinados requisitos. La corrupción existe en un ente de 84 años de vida institucional, dijo Granda.

Requisitos para acceder

Entre los requisitos que deben presentar los agricultores para adquirir un microcrédito de hasta 3.000 dólares son  copia de la cédula, papeleta de votación, pago de un servicio básico y un garante quirografario, ya que se eliminaron el Registro Único de Contribuyentes (RUC) y el Régimen Impositivo Simplificado Ecuatoriano (RISE).

Aunque ahora los microcréditos se han incrementado a 15.000 dólares, mencionó la gerenta del BNF. Además, en el caso de los créditos generales, la funcionaria enfatizó que es falso que la entidad beneficie con la entrega de préstamos a los grandes terratenientes, ya que los montos van desde 200 dólares hasta 300.000 dólares para los pequeños agricultores.

En caso de que el crédito sea solicitado por una organización o asociación comunitaria, el monto depende del número de socios y de la extensión de la tierra a cultivar. “Aquí los créditos que se conceden oscilan entre 1,5 y 2’000.000 de dólares. Eso significa que se entrega alrededor de 15.000 dólares por socio”, indicó Granda.

Mientras que Édgar Ortiz, campesino del cantón Muisne en la provincia de Esmeraldas, manifestó que en su comunidad están en problemas para acceder a los microcréditos del BNF, porque la zona fue declarada bosque protector.

“Hace unos dos años varios miembros de la Federación de Organizaciones Negras y Campesinas de Muisne solicitamos el primer crédito por 2.000 dólares y cumplimos con nuestro pago, cuando quisimos renovar nos lo negaron, porque dijeron que estamos dentro de una zona protegida”, señaló el agricultor.

“Uno de los más graves problemas que hay en Esmeraldas es que la mayoría no tenemos títulos de propiedad, pero lo que nos interesa es tener tierra para trabajar y así sembrar ají, cacao, maracuyá, plátano, entre otros productos”, dijo Ortiz. Asimismo, mencionó que el BNF ha prestado  poca atención a los campesino de la zona.

Postura campesina

Rogelio Gualán, presidente de la Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro, oriundo de Loja, opinó que dudan de que el Gobierno Nacional apoye a la pequeña agricultura, a pesar de que puede ser igual de competitiva  que el sector exportador. Consideró que  tal vez por eso el banco no les ha prestado mucha atención para otorgarles el crédito y se retrasa mucho tiempo en hacerlo.

Fausto Alcívar, representante de los campesino de Manabí, comentó que luego del cambio climático de intensas lluvias, ahora ya se siente la sequía en el campo, por lo cual las necesidades para mejorar el sector agrario son grandes.

Por esta situación es importante que se atienda el sector agrícola y que no solo se aspire a que provenga del Ministerio de Agricultura, sino también del mismo BNF, pero siempre tomando en cuenta la renovación de los créditos, destacó.

La gerenta del BNF respondió a la inquietud de los campesinos que han sido afectados por los avatares climáticos, dijo que les reestructurará la deuda y tendrán desde cinco hasta diez años plazo.