Los fabricantes de juegos pirotécnicos no acatarán -si se crea- una ordenanza que regule la tradicional quema de estos productos en las distintas festividades que se dan en Cuenca.

El incendio del anterior 15 de agosto en el antiguo seminario San Luis, ubicado en el centro histórico, fue atribuido a la caída de un globo de fuego en el techo de este local.

Los artesanos señalaron que este trabajo es el sustento familiar de varias generaciones. “No vamos a perder esta tradición”, expresaron, tras indicar que el percance no puede ser por  un globo, ya que luego de elevarse por unos segundos cae con la mecha apagada.

“No van a poder eliminar estas tradiciones de la noche a la mañana porque también son  fuente de trabajo para muchas personas en la provincia del Azuay”, opinó Patricio Baculima, constructor de estos artefactos. Él pertenece a la tercera generación dedicada a esta actividad.

Para esta familia, el problema no está en buscar pretextos para quitar una tradición y un trabajo. “Digamos que ha caído el globo en la teja, pero no por esto hay un incendio”, manifestó. Jenny Cárdenas también piensa de esa manera.

Los artesanos pidieron que se investigue cuál fue el origen del siniestro, pues todos dudan que uno de sus artículos haya sido el causante del fuego.

En lo comercial, las fechas de mayor comercio de los fuegos artificiales son la Navidad, el Corpus Christi y en el mes de septiembre por las fiestas en Loja. Hasta esa ciudad  llevan muchos de estos artefactos en esta temporada, ya que las ventas son altas y sus ingresos mejoran.

Asimismo, indicaron que  trabajan mediante contratos hechos con diferentes instituciones y empresas, como el Ministerio de Turismo, el Municipio, la Gobernación, el Mall, Deportivo Cuenca, entre otras de la provincia.

En cambio, para Gladys Baculima, este trabajo de la pirotecnia le abastece únicamente para cubrir los gastos básicos de la familia, “porque  no le deja mucha ganancia”.

La mayoría de los fabricantes tiene ubicados sus talleres en el cantón Déleg, provincia del Cañar, debido a que las autoridades no permiten la producción en el interior de los hogares. “Nos fuimos con todos los materiales de elaboración para trabajar exclusivamente en dicho lugar. Algunos de ellos sí cuentan con  personal, otros solamente lo hacen en familia”, manifestó Baculima.

El material para la producción de castillos, globos, tronadores y similares, según los artesanos, los adquieren solo en un lugar. “Cada uno ofrece una variedad de precios, según la comodidad del cliente”, dijeron.

Alrededor de tres a seis días se demoran en elaborar un castillo, todo depende del tamaño. Un globo de cinco metros, con toda la decoración correspondiente, se confecciona en tres días. A veces en un  día  hacen 12 globos, pero eso depende del tamaño. Todos estos juegos se fabrican de acuerdo a la ocasión, la festividad o lo que pida el cliente.

El trabajo se hace con mucha precaución debido a que utilizan materias primas peligrosas. “Por todo esto no estamos dispuestos a acatar una ordenanza que regule una tradición que lleva muchos años”, afirmaron; además, indicaron que sin  pirotecnia no hay fiesta en la provincia.

Aún no hay informe final sobre flagelo

El informe definitivo sobre los perjuicios que dejó el incendio en el seminario San Luis no ha sido presentado por parte de los organismos de socorro.

Según Mónica Quezada, del departamento de Planificación de la Municipalidad, se espera un documento para tomar las mejores decisiones “en términos de poder rehabilitar este bien patrimonial de Cuenca”.

Según la funcionaria, existe ya un borrador para agilizar  los trabajos,
sobre todo los relacionados a permitir o no las labores de los locales que se arrendaban en la parte baja del edificio que se quemó y que en total suman 15.

Para Quezada, los dueños de los locales tendrán que seguir esperando hasta que se presente el informe final y les dé la garantía necesaria de no tener problemas con sus clientes, e incluso con ellos mismos.

Hasta tanto, la calle Bolívar sigue bloqueada al tráfico. Los locales se mantienen cerrados a la espera de las decisiones que pueda tomar el COE cantonal. Incluso los lustrabotas se encuentran trabajando en las aceras y no en los portales.