Según el coordinador del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (Cideu), Pedro Acevillo, el 30% de las ciudades iberoamericanas están inmersas en la informalidad. Hay casos, aseguró, en que se llega hasta el 55 ó 60%.

“Yo conozco grandes urbes de 12 ó 13 millones de habitantes que tienen un régimen de informalidad de un 60%, por lo que se ha llegado a decir que algunas tienen como normal crecer con ello”, sostuvo.

Los asentamientos irregulares y el comercio informal son lo más notorio, expresa.

Jordi Martí, vicealcalde de Barcelona y presidente de Cideu, señaló que los grandes impactos de la informalidad en esa capital se superaron hace varios años con el proceso de transformación que implementaron por los Juegos Olímpicos en el año 92.

“Existe un pequeño ejemplo de venta informal, en puntos turísticos, pero son situaciones transitorias. Al momento estamos en un proceso de trasformación de espacios para re urbanizar, pero en estos momentos Barcelona ya no tiene problemas de informalidad en relación a lo que sucede en países latinoamericanos”, explicó. La inversión pública, el proceso participativo y los convenios con el sector privado, según Martí, han ayudado en este cambio urbanístico en la metrópoli.

La situación varía en el caso de ciudades latinoamericanas como Medellín y Cuenca. Según Álvaro Berdugo López, vicealcalde de la ciudad colombiana, en esta el 99% de la población cuenta con servicios básicos, por lo que este tipo de informalidad se ha superado.

“Sin embargo tenemos asentamientos en zonas de alto riesgo y por eso es que en este Gobierno pensamos construir 24 mil viviendas adicionales para reubicar a estas personas ”, resaltó.

En el tema del comercio informal, Berdugo explicó que este se presenta en un número elevado especialmente en el centro de la urbe. De ahí a que han elaborado el Plan Centro Territorio de Vida, con el que se pretende trabajar con los 4.800 comerciantes.

En el caso de Cuenca, Mónica Quezada, secretaria de Planeamiento del Municipio, consideró que la informalidad es diferente a la de otras ciudades del país donde se presentan casos de miseria.

Expresó, por ejemplo, que muchos negocios no cuentan con permisos municipales .

“No lo calificaría en el pleno concepto de informalidad, pero no con esto quiero decir que todo esté bien porque debemos trabajar en el tema de la ocupación de espacios públicos ”, dijo.

"Existe un promedio de 600 vendedores ambulantes en la urbe, pero antes se hablaba de 1.000 comerciantes que estaban en esas áreas y ahora han sido reubicados”, acotó.