La icónica Plaza de los Ponchos, en Otavalo, es un espacio donde se conjugan diferentes culturas. Este es un lugar que creció y diversificó su oferta de productos, hasta llegar a ser uno de los mercados artesanales más grandes del país. Se estima que los sábados se exhiben productos en más de 3 mil puestos de venta.

Además, cada semana atrae a miles de visitantes, ya sea en grupos organizados por una operadora turística o en forma individual. Allí se puede encontrar una gran variedad de productos textiles, artesanías en madera, balsa, tallados, llaveros, joyería, pinturas, antigüedades y más. Incluso comercializan sus productos artesanos y vendedores de países vecinos como Perú, Chile, Colombia y Bolivia.

La feria de artesanías se desarrolla a diario, pero el sábado es el día más concurrido. Durante el día, se exhiben artesanías y en la noche se convierte en el escenario escogido por los artistas para interpretar música y hacer teatro.

El chiquillazo

Son las 18:00 de un sábado. Hace frío y los comerciantes no dejan de empacar su mercadería. Todo indica que la feria artesanal finalizó. Mientras los artesanos levantan su negocio, otros llegan para iniciar su jornada. Para estos últimos su trabajo recién empieza.

Los últimos rayos de sol se ocultan tras el volcán Cotacachi. Allí, cerca de la Plaza de los Ponchos, está ubicada la Red de Gastronomía el Buen Sabor, mejor conocida en la jerga otavaleña como el ‘chiquillazo’ o el ‘mote de la chiquilla’, nombre que recibió el lugar por ser uno de pioneros en elaborar este tipo de comida.

En esta red gastronómica hay al momento más de una decena de personas registradas que trabajan en la Plaza de los Ponchos en el expendio de comida.  

Los visitantes pueden hallar chaulafán otavaleño, empanadas con colada morada y mote con queso. Estos son algunos de los platos que se pueden degustar en este lugar ya sea en las mesas situadas frente al humo que sale de la parrilla o sentado en las callambas, puesto de venta de artesanías.  

En la calle Quiroga está situada la Asociación 12 de Octubre, más conocida como ‘los agachaditos’, locales de comida que todos los viernes atienden las 24 horas. Marcela Cumbal vende sus productos en este lugar desde hace 25 años. Esta mujer ha mantenido la tradición de preparar secos de gallina.

Son las 22:00 y los diferentes grupos artísticos empiezan la función. Rolando Vaca, comediante y humorista, llama la atención de los transeúntes con sus monólogos e imitaciones. Mientras presenta su obra, un grupo de turistas busca un lugar para comer.

Según historiadores imbabureños, la actual estructura sobre la que se asienta la Plaza de los Ponchos fue diseñada en 1972, con financiamiento del gobierno de Holanda y con el apoyo del Instituto de Antropología.

En ese año, la arquitecta holandesa Tony Swollo, creó la nueva Plaza Centenario, más organizada y con una mejor imagen. Con el transcurso del tiempo se convirtió en una feria semanal, pero su historia es más antigua. Su origen se ubica en 1870, cuando el expresidente Gabriel García Moreno decretó que los días domingos se podía vender en este lugar, las artesanías de Otavalo.

Los locales de venta son cómodos tanto para el vendedor como para el turista, ya que los productos se exhiben en las callambas (callampas en kichwa), stands de cemento en forma de hongo ubicados en el interior de la plaza.

Hay que destacar que el grupo étnico con mayor representatividad son los otavalos, existen otros grupos étnicos que también acuden a este lugar como: los kichwa cayambis, kichwa caranquis, afroecuatorianos, mestizos, entre otros.

De acuerdo con los registros históricos, el mercado era un lugar de encuentro de diferentes culturas tanto de la Amazonía como de la Costa, cada una de las cuales comercializaba sus productos locales transportados hacia el mercado de Otavalo. Al principio, se usó el sistema de trueque o intercambio para obtener otros productos fabricados por los propios otavaleños.

Según la página web Aquí Otavalo, esta se convirtió en el símbolo de la nueva imagen corporativa del Municipio de Otavalo.

Ayer, en el salón máximo de la Alcaldía, se realizó el lanzamiento oficial de la marca municipal, con la presencia de las autoridades del cantón.

Bajo el lema ‘Nuevo Otavalo’, la marca tiene como objetivo expresar la interculturalidad del cantón. La creación del concepto y la imagen se desarrolló durante 3 meses con base en investigaciones realizadas por escritores e ilustres personajes de Otavalo.

La marca insignia de la nueva imagen corporativa del Municipio representa la forma octagonal de la Plaza de Ponchos, en la que se visibilizan los colores de la bandera del cantón: azul, rojo y verde.

Los kichwas otavalo mantienen y conservan su tradición artesanal con técnicas heredadas de tiempos milenarios como lo testifican los vestigios de tejidos hallados en excavaciones arqueológicas.

Pero también los artesanos han aprendido nuevas técnicas de tejido que a través de su manejo y dominio, crean en conjunto obras que se reflejan en los tapices, bordados, sacos, chompas, telas, camisas, pantalones, hamacas entre una infinidad de artesanías.

Esta diversidad de colores, texturas y materiales, de técnicas y herramientas sumadas a una tradición que es el resultado de un proceso de creaciones, adaptaciones y experimentación, hacen que Otavalo sea reconocido como la Plaza Mayor de las Artesanías. (F)