Goteras, humedad en las paredes y deterioro en los 2 altares son algunos de los daños que presenta la Iglesia La Merced, de Guano.

Los habitantes del cantón solicitaron la reparación inmediata del templo. La basílica fue construida en 1860 y ha soportado los embates de varios sismos ocurridos en la región.  

Alfonso Allauca, artesano de la zona, manifestó que la restauración es urgente. “Hace más o menos 30 años, el Banco Central del Ecuador gestionó los arreglos del templo, pero ahora vuelve a estar en decadencia. Se deberían hacer las mejoras de inmediato. Primero, por seguridad de los feligreses que asisten a misa y segundo, porque cada día llegan muchos turistas y debemos mostrar una buena imagen”, sostuvo.

Cada mes, aproximadamente 2.500 personas acuden a la ciudad para visitar los atractivos, entre ellos el museo, los telares antiguos, los almacenes de alfombra artesanal, la gastronomía, el mirador alto y la tarabita que cruza gran parte del valle donde se sitúa el poblado.

Otra de las razones por las cuales los foráneos arriban es, precisamente, por el valor histórico que tienen las 3 iglesias del centro de Guano: las ruinas del Monasterio de la Asunción, la iglesia El Rosario y la iglesia La Matriz.

La primera fue edificada en 1560 bajo la orden de los Franciscanos españoles  y  destruida en el terremoto de 1797. Desde entonces, las ruinas que quedaron del templo permanecen como un museo a cielo abierto.

La iglesia La Matriz, en cambio, es la más céntrica y es lugar de visita obligada de  turistas. Está ubicada  frente al parque central y cerca de la mayoría de almacenes, restaurantes, fábricas de alfombras y del municipio del cantón.

El portón antiguo situado en la parte exterior del templo guarda su diseño original, es decir, de estilo romano. La belleza arquitectónica de las paredes originales contrasta con la basura, agua empozada y malos olores que se acumulan en el lugar.

“La suciedad se amontona porque las mingas de limpieza solo se realizan previo a las fiestas de la ciudad, en septiembre. Si la  restauración  interior de la iglesia se cristaliza, se deberá colocar una cubierta externa que proteja al portón de las lluvias y que evite que vecinos inescrupulosos arrojen basura al sitio”, expresó Elena Villagrán, cuidadora de la edificación.

Raúl Vallejo, párroco de Guano, contó que hace 3 años una comisión del Instituto de Patrimonio Cultural visitó el templo y constató el deterioro. “Una de las observaciones que hicieron fue la humedad presente en las paredes, motivo por el cual se dañan las pinturas religiosas, así como las goteras que han debilitado partes del techo”, dijo.

Señaló, además, que una de las posibles soluciones para este problema sería quitar el enlucido y pintura de las paredes y dejarlo en la piedra original.

Debido a la tardanza en la gestión de la reparación y de la experiencia del religioso en la restauración de la iglesia de Yaruquíes en Riobamba, advierte que empezará a gestionar el arreglo con la ayuda de instituciones internacionales, especializadas en este tipo de trabajos procedentes de Alemania.