Las Redes de Turismo Accesible se están formando en diversos países de América Latina para promover un espacio informativo comprometido con el desarrollo y el crecimiento de esta tendencia mundial en favor de las personas con algún tipo de discapacidad y de los adultos mayores.

En Ecuador, Alfonso Eliecer Morales dirige esta red desde la ciudad de Baños de Agua Santa, en la provincia de Tungurahua.

Su misión no es sencilla: promover el turismo accesible que posibilite la plena integración, desde la óptica funcional y psicológica, de personas con movilidad o comunicación reducida para que obtengan, durante estas actividades, satisfacción individual y una mejor calidad de vida.

¿En qué se inspiró para formar la Red de Ecuador?

Surgió después de realizar un viaje por Argentina. Fui invitado a ese país en representación de Ecuador para dictar conferencias sobre accesibilidad, derechos de las personas con discapacidad, vida independiente, etc. La primera Red de Turismo Accesible se formó hace 8 años en el país gaucho con la gestión de Alejandro López.

¿Cómo conoció a Alejandro López?

Lo conocí en 2011, en la Feria Internacional de Turismo Venezuela. Compartí tribuna con él y con la arquitecta chilena especializada en el tema de eliminación de barreras, Andrea Boudeguer. Nos reunimos los 3 y decidimos apoyarnos para formar las redes en cada país y empezamos en enero de 2012 en Ecuador. Nuestro sueño es formar la Red Latinoamericana para difundir los atractivos turísticos accesibles para personas con discapacidad.

¿La meta es difundir información relacionada con este proyecto de carácter global?

En efecto. Si llega un turista europeo con discapacidad a nuestros países puede hallar información en las redes sobre los sitios naturales y los hoteles que cuentan con infraestructura accesible (costos y detalles). Es decir en Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador y seguimos creciendo.  

¿Baños, como sede, le permite crecer con los objetivos que persigue esta red?  

Sí, a pesar de que ahí se han detenido las acciones de promoción y de obras físicas en favor de la accesibilidad, partiendo del concepto incluyente de que el turismo debe ser para todos. Recordemos que en 2009, Baños de Agua Santa se hizo acreedora al Premio Reina Sofía de Accesibilidad Universal.

¿Será que no todos tienen claro que este tipo de recorridos también puede dejar ganancias?

Aparentemente no. Por eso continuaré con este proyecto, pues las personas con discapacidad también viajan y pagan muy bien por buenos servicios. Es un segmento más del mercado. La accesibilidad en Ecuador ya no debe ser una opción sino un derecho normado.  

¿Y cómo debería normarse ese derecho?

Que no se autorice o no se entreguen los permisos de construcción de hosterías, hoteles, zoológicos, museos, piscinas, bares, discotecas, mientras no cuenten con los diseños de obras físicas útiles para personas con discapacidad y para la tercera edad, pues parece que la gente se olvida que envejecerá.  

Hablemos de las personas de la tercera edad, ¿parecería que los prestadores de servicios turísticos se olvidan de ellas?

Es cierto y debemos recordar que hay continentes cuya población ha envejecido sin renovación generacional. Y allí hay un potencial de visitantes que merece también ser bien atendido. Hay que combinar adecuadamente visión, emprendimiento y humanidad.

En ese contexto, ¿se ha cifrado la cantidad de personas con discapacidad en el Ecuador?

Se hablaba de que el 14% de la población tenía alguna discapacidad hasta antes de 2006. Pero hoy conocemos que se trata de alrededor del 7%. Es decir, unos 750 mil ecuatorianos tienen algún tipo de discapacidad. En el mundo, según la ONU y la OMS, el 10% de más de 7.000 millones de habitantes tiene un tipo de discapacidad.

Para ayudar en la independencia de estas personas hay opciones interesantes, ¿verdad?

Por supuesto, por ejemplo la propuesta de la organización Inclusive Cycling International y sus ‘ciclos’ adaptados que permiten que las personas con discapacidad disfruten más allá de su entorno. Estos vehículos recreativos les permiten llegar más lejos por ser livianos y fáciles de manejar. De ese modo las tradicionales sillas de ruedas van quedando atrás.

¿Este y otros temas se tratarán otra vez en Argentina en este año?

Sí. He recibido una carta de Alejandro López, máster en Turismo Accesible de Argentina, y en las próximas semanas viajaré a Buenos Aires una vez más para participar en una reunión de redes accesibles de Latinoamérica. (I)