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El Telégrafo
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En ese barrio se adecuaron 90 puestos para vendedores que deambulaban en el salto

El comercio informal empezó a ordenarse con La Merced

Criterios a favor y en contra se escuchan en la plaza de venta que se adecuó en el barrio La Merced. Foto: Silvia Osorio / para El Telégrafo
Criterios a favor y en contra se escuchan en la plaza de venta que se adecuó en el barrio La Merced. Foto: Silvia Osorio / para El Telégrafo
19 de julio de 2014 - 00:00 - Redacción Regional Centro

Esta semana, el barrio La Merced lució diferente. Es uno de los sectores más destacados de Latacunga.

En las afueras del mercado Pichincha, al costado izquierdo de la colonial iglesia, se adecuaron 90 puestos divididos y pintados de blanco. Allí se comercializan medias, interiores, zapatos, zapatillas, ropa para bebé, pijamas y otros.

En ese lugar fueron reubicados los informales que hasta el sábado pasado deambulaban por las calles aledañas a El Salto.

Sin embargo, no todos están conformes. Delia N., mientras tejía un gorro de lana, se quejaba de que desde su llegada, el lunes 14 de julio, no ha logrado buenas ventas. “Ojalá el sábado (hoy) la situación mejore, pues es un día de feria. Estamos dispuestos a acatar las órdenes municipales, siempre y cuando no se permita que nadie se quede a vender en las calles. La justicia debe ser para todos”, expresó la mujer.

Galo Romero, inspector de plazas y mercados de Latacunga, llamó a los vendedores a mantener el orden, pues durante los primeros días no se respetaron los lugares asignados.

Les recordó, además, que estas medidas de control tienen el objetivo de catastrar a todos los mercaderes informales de la capital provincial y evitar que regresen a las avenidas a complicar el tránsito vehicular y peatonal que sigue aumentando en el centro histórico de esta urbe.

Según los registros municipales, anualmente, en Cotopaxi el parque automotor se incrementa en alrededor de 5.000 carros, entre nuevos y de segunda mano.

Este año se calcula que más de 45.000 automotores circulan por calles y carreteras de los 7 cantones: Sigchos, Pujilí, Salcedo, Saquisilí, La Maná, Pangua y Latacunga.

Y una de las ciudades por donde ingresa este flujo vehicular es la capital provincial.

Entre tanto, los vecinos de La Merced no se incomodaron con la presencia de esta feria comercial en su jurisdicción. Eso sí, solicitaron a la Municipalidad que se controle el orden, la limpieza y la seguridad, especialmente en las cercanías de la iglesia.

Les asusta la llegada de plagas -como las ratas- y el mal aspecto que le puede dar al sector la acumulación de basura.

Sobre este tema, el alcalde de Latacunga, Patricio Sánchez, anunció desde su posesión que erradicará el problema que causan los comerciantes ilegales.

De ahí que, con la ayuda de 100 estudiantes de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), el Municipio censó a los informales.

Los números exactos del estudio se conocerán la semana entrante, pero se confirmó que más del 50% provienen de otras provincias, especialmente de Tungurahua, en cuya capital también hay problemas en el centro urbano por el retorno progresivo de ventas.

Es el caso de Aníbal, un vendedor de correas de cuero que llega esporádicamente a la cabecera cantonal desde su natal Pelileo (Tungurahua). Este comerciante ambulante era uno de los pocos que frecuentaba la avenida Amazonas.

“Nuestra situación se ha complicado porque no puedo acceder a un puesto, pues no soy de Cotopaxi. No conozco otra forma de ganarme la vida, excepto fabricar y vender correas en las calles. Mi mujer y mis hijos dependen de esto”, explicó.

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