Las Intendencia de Policía de Chimborazo dispuso nuevas medidas de seguridad en los establecimientos de diversión nocturna.

Burdeles, night club, karaokes, discotecas y similares deben colocar un detector de metales al ingreso de cada local.

Además, tienen la obligación de contratar a un guardia que preste sus servicios a los clientes. La Intendencia coordinará con la Policía Nacional y los dueños de los negocios, todo lo relacionado a la instalación de los dispositivos y el tema del celador.

La estrategia se socializará en estos días con los propietarios de los locales, ya que tendrán 30 días para cumplir con la disposición.

Este nuevo método se implementa debido a que en las últimas semanas se han presentado actos violentos en algunos de estos sitios, dejando como saldo a una persona fallecida.

A partir de octubre iniciarán los operativos de control en bares, cantinas, discotecas y similaresPara el Mayor Franklin Quintero, quien está a cargo del proyecto, este será un requisito que  deben cumplir porque “es un beneficio tanto para los clientes como para los dueños de  los locales”. “Con ello se evita el ingreso de personas que porten armas corto punzantes o algún tipo de accesorio que pueda ser mal utilizado”, manifestó.

Señaló que se realizarán operativos para verificar que se cumpla con esta disposición y la coordinación con los guardias de seguridad será constante, en vista de que  no pueden portar armas. “No son agentes del orden, pero serán de gran ayuda para controlar cualquier tipo de desmán, hasta que nosotros lleguemos al sitio”, acotó.

Irene Andrade, intendenta de Policía, expresó que la medida se aplicará también en lugares que expendan bebidas alcohólicas. “Los clientes consumen licor en esos sitios muchas veces en exceso. Se convierten en posibles agresores bajo los efectos de la bebida. Esto pondría en riesgo a las  personas que acuden por diversión. Se controlará  y no se permitirá que ocurran más incidentes que amenacen la vida e integridad de la ciudadanía”, puntualizó.

Esta disposición para algunos propietarios de centros de diversión nocturna  no es una novedad, ya que previamente han invertido en la colocación de cámaras de seguridad, contratación de guardias e incluso detectores de metales en sus negocios.

Dijeron no tener problema en aceptar la medida, sin embargo exigen que se vigile y se regule a los centros clandestinos.

En los próximos días la Intendencia mantendrá diálogos con los propietarios de estos últimos para informarles sobre la medida.