La explosión registrada la mañana de ayer en el edificio Appenzell, a causa de una posible falla en el sistema de gas centralizado, no afectó su infraestructura, dijo personal del Municipio que realizó una inspección preliminar de la construcción.

No obstante se conformó una comisión entre la Unidad de Investigación del Cuerpo de Bomberos y personal de Criminalística de la Policía para determinar las causas del estallido, de acuerdo con Ramiro Mantilla, comandante de Policía del Distrito Metropolitano de Quito.

Una pareja que se había mudado al inmueble hace una semana resultó afectada. Se trata de Ricardo R. y Cristina L., quienes sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado por al calor expansivo. La tarde de ayer, la Municipalidad anunció que ambos se encontraban fuera de peligro.

Según Cristian Rivera, director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de Quito, el edificio no estaba habitado por completo, pues su construcción terminó en 2013. Añadió que el informe sobre las causas del hecho podría estar listo máximo en 8 días.  

Pasado el mediodía de ayer, las autoridades continuaban con la evaluación junto con representantes de los constructores y de la empresa Eni Ecuador (Agip), que habría sido la encargada de la instalación del sistema de gas, según Rivera.      

Entre tanto, Mantilla indicó que la onda afectó al menos 7 edificaciones aledañas y debido a ello cayeron ventanales que tenían una medida promedio de 1,50 metros de alto por 3 metros de ancho.        

Algunos moradores de la zona se mostraron consternados ante la situación. Una de ellos es Laura Cedeño, auxiliar de enfermera que trabaja en el séptimo piso del edificio Bousant, al lado del inmueble afectado.     

Donde ella labora también existe el servicio de gas centralizado, pero -dijo- los controles son continuos. “La administración es rigurosa en todo. Creí que lo mismo pasaba en los otros conjuntos”, señaló.   

Similar criterio compartió Cristina Elmía, su vecina, quien vive en el inmueble desde hace dos años. “Nos avisaron que este sábado iban a inspeccionar las tuberías”, detalló.

Juan Zapata, secretario de Seguridad del Municipio de Quito, advirtió que el Municipio no apoyará en la reparación de los daños porque no se trata de un fenómeno natural.

Añadió que el fondo se aplica, sobre todo, para personas que se encuentran bajo la línea de pobreza, lo que no sucede en el presente caso. De hecho, hace 3 meses se ofertaba un departamento en el mismo edificio a cambio del pago de $ 1.000 mensuales.    

En noviembre de 2013 se produjo una explosión similar, en el sector de Bellavista, con el saldo de 2 heridos. El estallido de ayer es la segunda tragedia relacionada con una fuga de gas esta semana.

El martes 9 personas resultaron intoxicadas a causa de la inhalación de monóxido de carbono proveniente de un calefón. Esto ocurrió en un domicilio ubicado en el sector San Pedro Claver, al norte de Quito.  

En lo que va de 2014 se han registrado 11 fallecimientos relacionados con la inhalación de gas por el mal estado de los calefones o cilindros, según reporte del COE y del Cuerpo de Bomberos. Por ello Zapata instó a realizar chequeos periódicos de los sistemas de gas (cilindros, calefones, tuberías, etc.).

Hermel Flores, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), dijo que los sistemas de gas centralizado deben ser chequeados al menos una vez al año, aunque se aconseja que se hagan dos revisiones anuales.