El secretario metropolitano de Movilidad, Alfredo León, rechazó ayer las manifestaciones realizadas por transportistas -el lunes pasado y el 3 de diciembre- en contra del organismo que dirige.

Los conductores rechazan la circulación de unidades que conectan a Carapungo (norte) y Cumbayá (este) con el sur de la urbe a través de la av. Simón Bolívar, más allá del puente de Guajaló.

Carlos Mosquera, dirigente del gremio, señaló anteayer que la presencia de vehículos en parte de las rutas asignadas a antiguas operadoras ha reducido los ingresos de los integrantes de estas últimas.

Según Mosquera, seis cooperativas de transporte convencional y los miembros de los corredores municipales Suroccidental y Suroriental serían los afectados por la competencia.

Quinientos automotores movilizarían a menos personas últimamente, de acuerdo con el directivo.

Celso Yánez, representante de las cinco operadoras que usan como eje la Simón Bolívar (este), explicó ayer que los permisos de operación para las 235 unidades fueron firmados el 26 de noviembre, al cabo de un proceso que ha tomado cuatro años.

Añadió que paralelamente a la legalización, pidieron que las rutas asignadas hasta el sur de Quito se extendieran hasta Chillogallo y Guamaní y esto -afirmó- fue aceptado.

Por ello, cuatro de las cinco compañías operarían hasta dichos destinos con 75 vehículos distribuidos para cada uno (150 en total).

El transporte a través del corredor vial periférico se realiza, por ahora, en unidades no homologadas en espera de que el Municipio prolongue el plazo de dos meses concedido para incorporar buses legales. (I)