La compra del 50% de las acciones que 2 firmas canadienses tienen como parte de Quiport, el consorcio que administra el aeropuerto de Quito, muestra el empuje del grupo colombiano Odinsa.  

Cuando en Colombia se discute la capacidad de las empresas locales para atender las metas de construcción previstas en la Cuarta Generación de concesiones viales, Odinsa ultima el equipo para ir por grandes proyectos en América Latina, y la compra de las acciones es parte de sus objetivos.

La entrada al mercado aeroportuario ecuatoriano no es un hecho aislado para el grupo empresarial. Hace pocos días, el Ministerio de Transporte de Chile incluyó a Odinsa dentro de los grupos de ingeniería que pujarán por un nuevo contrato de concesión del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, de Santiago de Chile.

Además, tiene experiencia en la construcción y operación del aeródromo El Dorado de Bogotá.

Jorge Albán, concejal por Alianza PAIS, señaló que el contrato de concesión no establece que el Cabildo aprueba la operación. Quienes sí podrían vetarla son los financistas del aeropuerto y el Estado ecuatoriano si comprobara que se afecta la estructura del mercado. (I)