El sistema de seguridad social de las Fuerzas Armadas (Issfa) ha detectado problemas que distorsionan la misión de la entidad y drenan los recursos. Hay casos de militares retirados que con 70 u 80 años de edad contraen nupcias con parejas muy jóvenes, en algunos casos con mujeres de 20 años  para heredarles el beneficio de su pensión (montepío).

Esta es otra de las situaciones que agravan la liquidez de la entidad porque al fallecer el afiliado, sus beneficios pasan a la esposa, lo que extiende por más tiempo la entrega de la pensión. “Tomando en cuenta que la expectativa de vida en Ecuador es de 80 años, esto complica el presupuesto, esto hay que corregir”,  dijo el coronel (r) Darío De la Torre. Él conoce a fondo la problemática porque fue director de Seguros Previsionales del Issfa.

El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, confirmó estos extremos. “Tiene que ver con estas distorsiones de personal que está en avanzada edad y considera que dentro de poco pueda fallecer, está divorciado o viudo, y se casa con mujeres de 20 años para que reciban el montepío: tendrá que recibir por muchos años de $ 3.000 a $ 4.000. Estos temas hay que arreglarlos”.

De la Torre dijo que el reglamento del Issfa debe reformarse. “Es prioritario para alcanzar la sostenibilidad en el tiempo, pues ya van 8 proyectos de reforma a la ley preparados y sustentados técnica y legalmente que han caído en la desidia, tal vez por desconocimiento de los problemas de sustentabilidad y sostenibilidad”.

Además, hay otras dificultades que se evidenciaron a raíz del terremoto del 16 de abril pasado en Pedernales (Manabí). El sismo ocasionó que afiliados al Issfa pierdan sus viviendas a causa del desastre, pero siguen pagando el préstamo que hicieron para construir o comprar su casa ya que el reglamento del Issfa no obliga a la adquisición de un seguro contra incendios y catástrofes.

“Verificamos que solo se exige seguro de desgravamen y por eso varios militares siguen pagando por una casa destruida. Esto no es posible, por eso estamos buscando una solución”, dijo Patiño.

Adelantó que por estos y otros motivos, en los próximos días, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas enviará al Ministerio de Defensa el proyecto de reforma integral del Issfa, que tiene como objetivo actualizar su funcionamiento.

La reforma avanza en el marco de la propuesta gubernamental de reestructurar el sistema de cesantía y pensiones que entrega el Issfa a quienes se retiran para equiparar los beneficios.

En el caso de la cesantía, la reforma pasa del fondo común, con el que funciona en la actualidad, a uno individual, para que al final de su vida laboral o cuando tenga que retirarse el militar reciba lo que aportó de sueldo durante su vida laboral, así como lo que le entrega el Estado. Esto, con el fin de acabar con las diferencias como las de un general que recibe alrededor de $ 240.000 de cesantía, mientras que a un cabo se le otorga $ 10.000, dinero que sale del fondo común.

En el caso de las pensiones, en cambio, se busca que haya un techo que no sobrepase los 5 salarios básicos,  de manera que tampoco existan pensiones de $ 500 para algunos miembros de tropa, mientras que un alto oficial se le asigna hasta $ 4.900. De continuar esto el Issfa no sería sustentable en el tiempo.

De la Torre consideró necesario  reformar el Issfa porque la ley fue promulgada en 1992 cuando la realidad era otra. “El financiamiento del seguro de pensiones contemplaba recursos de 8 fuentes que se fueron perdiendo debido a reformas, como la eliminación del aporte del servicio pasivo, eliminación de preasignaciones, entre otras”.

Además, se revisarían otros aspectos como el incremento de tiempo de servicio para tener derecho a las prestaciones. “Los seguros más sensibles son pensiones, salud y cesantía, que merecen principal atención, por lo que los estudios actuariales hechos en 2007 y 2012 mencionan que el seguro de pensiones tiene déficit actuarial, por lo que se recomienda realizar reformas  para mantener su sostenibilidad en el tiempo”, indicó el coronel retirado.

Por eso cree que las reformas son urgentes y deben ser estructuradas por una comisión técnica de asegurados, conformada con personal colegiado del Issfa, Fuerzas Armadas y pasivos para obtener un proyecto de interés para los asegurados, que “además esté fundamentado en estudios actuariales y en respeto al ordenamiento jurídico”.

Otra de las áreas que se debe reformar es salud, ya que, según Patiño, se ha identificado que funciona con un nivel de subutilización de más del 70% de sus capacidades.

Algunas de las reformas que se discutirían al interior del Comando Conjunto tienen que ver con la de cambiar el requisito del tiempo para acceder a la pensión de retiro de 20 a 25 y 30 años, así como la reforma del artículo 110 para incrementar las pensiones de acuerdo al índice anual de inflación.

También se revisaría la propuesta de cambiar la conformación del Consejo Directivo para que sea paritario con el número de miembros del servicio pasivo y considerar que el director o subdirector del Issfa sea militar en servicio pasivo.

No obstante, el general (r) Marcelo Bravo dijo que no debe reformarse la ley. Considera que es buena y “apenas” tiene 23 años de vigencia como para hacer una evaluación de su efectividad. “Se habla de reforma integral, lo que significa que todo está mal, pero no creo que sea así, debemos recordar que el ministro de Defensa y el Comando Conjunto actúan en el Issfa como parte del directorio que es el ente que conoce y propone cualquier cambio en la ley”. (I)

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El montepío es una de las prestaciones que brinda el seguro social de FF.AA.

El 80,59% de fondos para el pago de pensiones militares proviene del Estado

En los 9 años del gobierno de Rafael Correa se han requerido más de $ 3.340 millones para el pago de pensiones militares, de los cuales el 80,59% proviene del erario público. En otras palabras, $ 8 de cada $ 10 de las pensiones militares de retiro provienen del Estado (ver gráfico).

De acuerdo a información de la Dirección de Seguros Previsionales del Issfa, en 9 años el Gobierno entregó $ 1.975 millones por concepto de subsidio de 60% a pensiones de retiro militar. Además, dio al Issfa $ 703 millones por el aporte patronal para financiar el 40% del Fondo de Retiro, Invalidez y Muerte (RIM).

Los rubros  reflejan que el Issfa no tiene autonomía financiera. En 2015, por ejemplo, el Issfa pagó $ 5,8 y el Estado $ 94,2 por cada $ 100 que recibió cada uno de los más de 250 mil pensionistas de las FF.AA. Sus pensiones van de  $ 500 a $ 4.900.

El Issfa brinda a sus afiliados prestaciones como seguro de retiro, invalidez, montepío, cesantía, salud, mortuoria, seguro de vida militar, de accidentes profesionales y fondos de reserva.

También ofrece préstamos quirografarios, hipotecarios, fondo de vivienda, póliza de seguro, así como servicios de bienestar relacionados con asistencia de adulto mayor; asistencia social domiciliaria en caso de enfermedad, discapacidad o privación de la libertad. Además, ofrecen el servicio de mediación de conflictos;  exequiales y cursos para pensionistas. (I)