Recibir cursos de comando, hombre rana, paracaidismo o sobrevivencia estuvo bien para la vida militar, pero ya en el retiro no sirven de mucho para afrontar esta nueva etapa. Esa es la reflexión de Luis Paliz, alumno del Programa Universitario de Mayores Ignacio Dávila, que llevan adelante las FF.AA. a través de la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) y el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa).

El proyecto pretende acercar y promover la ciencia y la cultura para las personas mayores de 55 años. Además, contribuye al desarrollo de un envejecimiento activo, con mayores estándares de salud, felicidad y bienestar.

NI OLVIDADIZOS NI CON MENOS CAPACIDADES

 La capacidad de aprendizaje puede verse afectada no solo en los adultos mayores sino en todas las edades. Es posible que mientras más años tenga una persona no recuerde cosas tan rápidamente, pero es un error pensar que todas son olvidadizas.
Los adultos mayores tienen tanta capacidad y habilidad para aprender como cualquier otra persona de menor edad. El deterioro físico no necesariamente va aparejado con el deterioro mental. La posibilidad de ser parte de las nuevas ofertas académicas es un cambio ideológico profundo, asociado a una nueva etapa por vivir, con objetivos y búsquedas personales diferentes.
Años atrás no se veía mal en las aulas a un estudiante de avanzada edad. Se lo relacionaba con la figura del ‘vago’ o del estudiante que repitió varios años en el mismo curso. Hoy, de a poco, esa imagen cambia y en las universidades se ven alumnos de todas las edades. Incluso son un ejemplo de integración que propone la continuidad del pensamiento, formación y educación permanentes del ser humano, más allá de los títulos.
Entre los beneficios para los adultos mayores que continúan sus estudios están: mejora su calidad de vida, salud física y mental, prevención de ciertas enfermedades e incremento de las redes sociales de apoyo. Otro aspecto fundamental son las relaciones intergeneracionales que se promueven en las aulas.

Actualmente 12 estudiantes, 10 hombres y 2 mujeres cursan el tercer nivel y constituirán la primera promoción de estudiantes jubilados de las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas. El objetivo es que más jubilados del Seguro Social de las Fuerzas Armadas se integren.

Blanca Ortiz es una de las alumnas. Sus compañeros le dicen la ‘Comandante’. Para ella, la posibilidad de continuar sus estudios le permitió descubrir que el conocimiento no tiene edad. Ahora, la tecnología no es un campo extraño, sino una herramienta útil en su vida.

En el grupo priman el compañerismo, el respeto y la solidaridad. Luis Pacheco, otro de los jubilados de las Fuerzas Armadas, resaltó que el programa de educación le abrió un nuevo horizonte para aportar a la sociedad y bromea: “hasta mi carácter ha mejorado”.

A Marcelo Rosero los momentos difíciles que vive con su esposa, diagnosticada con una enfermedad terminal, han sido llevaderos gracias al apoyo de sus compañeros y los profesores. “Todos nos conocemos, todos nos ayudamos”.

Moisés Pauta añora el tiempo pasado, pero al retomar sus estudios descubrió que hay principios y valores en la vida que trascienden en el tiempo, como la honradez y el respeto. Los estudios los comparte con su afición a la música. Él es parte del grupo Integración Nuevo Milenio.

Las materias que se dictan en el programa están agrupadas en 4 categorías: salud física y mental, estudios fundamentales, técnico-práctica y estudios contemporáneos. Comprende cuatro niveles con clases de historia universal, del Ecuador, psicología del adulto mayor, ética, nutrición, salud y estimulación de la memoria, computación, fotografía, actividades físicas y recreativas. Además de seminarios, paneles y mesas redondas.

Los docentes son de la ESPE y las clases son en el campus ubicado en el Valle de los Chillos. Las clases son martes, miércoles y jueves, de 08:00 a 13:00. Se requiere un mínimo del 70% de asistencias para aprobar los cursos. Al concluir los cuatro niveles, el participante recibe un certificado con el aval de la Escuela Politécnica del Ejército.

El proyecto de la educación continua para los adultos mayores tiene algunos beneficios económicos para los militares en servicio pasivo y sus esposas, sin embargo, también pueden inscribirse las personas particulares mayores de 55 años.

Los interesados pueden comunicarse con la ESPE al teléfono 3989400 (Ext. 1550) o al correo electrónico [email protected]. Con el Issfa, al teléfono 3966000 (Ext. 1260) o al correo electrónico [email protected].