A pesar de que el velocista ecuatoriano Álex Quiñónez no alcanzó medalla en la final de los 200 metros planos de los Juegos Olímpicos en Londres, tanto en Esmeraldas como en Guayaquil aplaudieron y alabaron su esfuerzo.

En las calles Sedalana y Carchi, popular barrio del puerto principal, doña Julia Ortiz, su familia y amigos se reunieron en casa de Francisca Urbina, suegra del recientemente fichaje del Barcelona, Michael Arroyo.

“Decidimos venir acá porque doña ‘Panchita ’ nos invitó. Ella al igual que sus hijos se llevan muy bien con los míos, entre ellos Álex, a quien lo considero un retoño más”, señaló Julia.

Allí, los “panas” de infancia de Álex se congregaron para ver por televisión a su “hermano, brother y llavecita”, como
ellos lo llaman.

Tatiana España, nieta de doña Julia, llevó a sus hijos Diego y Kiara a ver a su primo. Lo llama así porque se criaron desde niños. “Estoy contenta por él. Es un ejemplo de que lo que te propones, lo puedes conseguir”, dijo Tatiana, quien exclamó: “¡Álex lo logró!, corrió junto a su más grande ídolo, Usain Bolt”.