Ecuador / Viernes, 21 Noviembre 2025

Ecuador consolida su salto al mercado internacional de lácteos

Estas ventas se dirigieron principalmente a Estados Unidos, El Salvador y Perú.
Foto: MAGP
Entre noviembre de 2023 y agosto de 2025, Ecuador exportó 2.503 toneladas métricas de productos lácteos, generando USD 6,24 millones.

La apertura comercial permitió que Ecuador dé un salto estratégico: aprovechar excedentes de producción, diversificar su portafolio y orientar parte de su industria hacia productos de alto valor agregado como yogures, quesos especializados y subproductos como sueros o caseína. 

Estas ventas se dirigieron principalmente a Estados Unidos, El Salvador y Perú, tres mercados que ya prueban la calidad de la producción ecuatoriana.

Los envíos incluyen leche líquida, leche fluida, leche en polvo, crema, yogur, mantequilla, bebidas azucaradas y pastas lácteas. La leche líquida encabeza la lista con 1.428 toneladas exportadas, mientras que el yogur suma 684 toneladas, el producto de mayor rentabilidad para la industria.

Estas exportaciones impulsan la economía rural, generan empleo y fortalecen la cadena láctea nacional. Para los productores, la internacionalización significa mejores precios y acceso a certificaciones como las Buenas Prácticas Pecuarias (BPP), que les permiten cumplir con estándares internacionales.

Avances sanitarios y expansión global

El país ha homologado requisitos sanitarios para exportar a 13 destinos, incluidos Estados Unidos, México, Chile, Cuba, Argentina, Colombia y Emiratos Árabes Unidos. Además, existen negociaciones activas con Nicaragua y Honduras, mientras se avanza en la habilitación de empresas que busquen exportar a China, mercado ya homologado sanitariamente.

Estos procesos son posibles gracias a un trabajo conjunto entre el MAGP, ARCSA y Agrocalidad, que han reforzado controles de inocuidad y garantizado el pago del precio mínimo de sustentación a los ganaderos.

Un país que mira al exterior con productos de alto potencial

El dinamismo lácteo se inscribe en una estrategia nacional que busca diversificar exportaciones, agregar valor a la producción primaria y fortalecer la oferta agroalimentaria.

Para las empresas, este panorama abre nuevas oportunidades de inversión y competitividad. Para los productores, representa estabilidad y crecimiento. Y para el país, un motor creciente de divisas, empleo y desarrollo rural.

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