Santa Rosa.-

Barriles carbonizados consumidos por las llamas, un fuerte olor a alcohol quemado, la sala de degustación hecha escombros: Paradise Ridge de California dejó de ser un paraíso para los amantes del vino.

Ubicada en las colinas de Santa Rosa, es una de las vitivinícolas arrasadas por los feroces incendios en el centro de California, que dejaron 17 muertos, obligaron a miles a abandonar sus hogares y destruyeron al menos 2.000 estructuras.

Otras bodegas se vieron afectadas no solo en su estructura, sino en su cosecha, muy comprometida.

“He trabajado en esta región 25 años, pero nunca vi nada como esto”, dijo Christian Butzke, profesor de enología de la Universidad Purdue. “La gente está impresionada por lo rápido que se expandió”.

Ray Johnson, jefe del departamento de Negocio del vino en la Universidad de Sonoma, explicó que los incendios afectan a la industria en Santa Rosa, una postal que atraía a los turistas cada año.

La bodega Stag’s Leap Cellars, que saltó a la fama mundial en 1976 cuando venció a Francia en una competencia de vinos, fue evacuada y el daño en su estructura aún no fue determinado.

Cuarto productor mundial de vinos, después de Francia, Italia y España, las vides californianas abarcan 240.000 hectáreas, el doble que en la década del 80, según el departamento estadounidense de Agricultura.

Los vinos californianos representan el 85% de la producción estadounidense y más de 90% de las exportaciones, según el Wine Institute. La industria genera 46.000 trabajos y más de 13.000 millones en ganancias solamente en el condado Napa y 50.000 millones en el país. Esta región del vino atrae a unos 3,5 millones de turistas al año.

En California, en los últimos 5 años, hubo una sequía récord que se tradujo especialmente en incendios arrasadores.

El Cuerpo de Bomberos de California explicó ayer en su cuenta de Twitter que 22 incendios arrasan actualmente el estado y se han quemado 69.000 hectáreas. La mayoría de los focos comenzó el domingo y avanza con extrema rapidez por los fuertes vientos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el martes el estado de catástrofe natural. (I)