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Calheiros quedó inhabilitado para la sucesión presidencial ya que está procesado por corrupción
Un pacto allana el camino del mega-ajuste de Michel Temer
Un pacto entre la suprema corte de Brasil y el Congreso está siendo tratado como un carnaval decadente de la democracia brasileña que le allanó el camino al presidente Michel Temer para que el próximo martes el Senado apruebe la enmienda constitucional que congela por 20 años el gasto público, en el mayor ajuste de corte neoliberal que se haya autoinflingido un país a sí mismo.
"Las instituciones están podridas", dijo el decano de los columnistas brasileños, Clovis Rossi, en el diario Folha de Sao Paulo, al no salir del asombro de cómo la corte suprema, para permitir una agenda que le da continuidad a Temer, le salvó el cargo al presidente del Senado, Renán Calheiros.
Dentro del complejo sistema de crisis que nacen como matrioshkas en Brasil, lo que ha ocurrido es que el Supremo Tribunal Federal ha mantenido en el cargo al presidente del Senado para evitar que su sustituto, del Partido de los Trabajadores, hoy opositor, logre bloquear la enmienda constitucional del ajuste como reclama el mercado para darle supervivencia a Temer.
Por 6 votos contra 3, la corte decidió mantener en el cargo al presidente del Senado, Renán Calheiros, aunque lo inhabilitó para formar parte de la sucesión presidencial debido a que está procesado por corrupción. La corte falló así a favor de Calheiros, quien había desobedecido la orden de apartarse del cargo dada por el juez de la máxima corte Marco Aurelio Mello en forma cautelar.
Calheiros, uno de los hombres más poderosos del pais, del PMDB de Temer, había desobedecido el fallo para ser destituido, lo cual abrió una crisis dentro de las muchas crisis.
De esta forma, el gobierno del presidente Michel Temer logra mantener el status quo en el Senado para que el próximo martes se realice la última ronda de votaciones en la cámara alta para aprobar la enmienda constitucional que congela por 20 años el presupuesto nacional, apenas actualizado por la inflación del año anterior.
La decisión de la máxima corte es un espaldarazo político a mantener la línea económica del ajuste iniciada por el gobierno de Temer, agiganta el poder de Calheiros frente a otros poderes, pero al mismo tiempo lo limita porque no podrá figurar en la sucesión presidencial debido a que está procesado por corrupción.
En un comunicado, Calheiros festejó la decisión y dijo que "con humildad el Senado aplaude la patriótica decisión" de la corte ya que queda garantizada la "separación de poderes".
El caso fue presentado por el Senado y la clase política como una intromisión de la corte en el Congreso, pero al final de cuentas se trató de una ajuste entre cúpulas que fue resuelto par amanter el status quo.
"Esto terminó siendo un arreglo para mantener el calendario de intereses del rentismo y del gobierno de Temer, la votación de la enmienda constitucional. Es un escándalo que las necesidades del mercado dicten las reglas del país con arreglos interpretativos de la Constitución", se quejó el senador LIndbergh Farias, del opositor Partido de los Trabajadores.
Es que si Calheiros, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) era destituido, era destituido del mando, el Senado quedaba en manos de Jorge Viana, el vicepresidente de la cámara alta, del PT, quien iba a retirar de la agenda el principal proyecto económico para luchar contra el déficit fiscal que construyó el gobierno de Temer.
Pero el propio Viana colaboró para mantener a Calheiros en el cargo, negociando con los miembros de la corte, según revelaron los propios protagonistas. Viana fue criticado por sus propios pares por no haber empujado al Senado hacia una crisis que pueda detruir aceleradamente al gobierno de Temer, surgido tras el juicio político que destituyó a Dilma Rousseff.
Al mismo tiempo, mientras se dictaba la "absolución" de Calheiros, el senador conservador Ronaldo Caiado logró firmas para prácticamente archivar un proyecto que preveía sanciones por abuso de poder para jueces y fiscales, lo cual había enfrentado hace dos semanas al Congreso con el Poder Judicial.
En setiembre pasado, la corte había destituido de la presidencia de la Cámara de Diputados a Eduardo Cunha, también del PMDB de Temer, quien luego fue expulsado y ahora está preso por corrupción en el escándalo de Petrobras.Ahora, la votación 6 a 3 para mantener a Calheiros fue diferente ya que el senador se mantendrá al frente de la Cámara alta.
Marco Aurelio Mello, el juez que había dictado la cautelar destituyendo a Calheiros, acusó al senador de haber sido "grotesco" por no respetar una ley.
El ministro Luis Roberto Barroso, quien se declaró incompetente para votar en este caso, había dicho que la desobediencia a un fallo judicial podría configurar un "golpe de Estado".
La presidenta de la Corte, Carmen Lúcia, dijo que votaba en nombre de la recuperación de la "solidaridad" en el país frente a la crisis por la manutención de Calheiros en el cargo.
"El momento impone, de forma muy especial, la prudencia del derecho y de los magistrados, buscando actuar en el máximo respeto y observancia de los pilares republicanos y de la democracia", afirmó Carmen Lúcia, la jefa de la corte máxima del país que le dio luz verde a Calheiros, al ajuste y a la sobrevida de Temer.
Sin muchas chances de prosperar, el Movimiento Sin Tierra, la Central Unica de Trabajadores y la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) presentaron en la Cámara de Diputados un pedido de impeachhment para Temer, por considerar que cometió crimen de responsabilidad al defender el interés particular (la construcción de un edificio en Salvador, Bahía, que causó la caída de dos ministros) como parte de las decisiones del Estado.
El Congreso es dominado por la derecha y centroderecha que forma parte de la coalición de Temer, una alianza que ahora cuenta, por presión del mercado financiero, con varios miembros de la corte suprema, que comenzaron a bailar el carnaval institucional.
"El único camino que le queda a Brasil son las elecciones, el pueblo no aguantará más esta usurpación que hicieron con el golpe contra DIlma", dijo la senadora Fátima Bezerra, del PT. (I)